Al bronce de Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez, agónico y con foto finish, le siguió el logrado en el K4 500m con el cuarteto formado por Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo, y Rodrigo Germade. Los españoles dominaron los primeros 250 metros, pero terminaron en una tercera posición. Una medalla muy significativa para el deporte español y para Saúl Craviotto en particular. El piragüista de Lleida acumuló su sexta medalla; algo que le convertía en el deportista español más laureado de la historia, superando el récord que compartía hasta la fecha con David Cal.
El capitán del equipo, que siempre ha querido realzar el mérito de sus compañeros, indicaba que «No quiero que se me recuerde por ganar seis medallas. Me gustaría que me viesen como un tío que siempre ha tenido claro su propósito, que se ha sabido rodear; creo que es mi mejor virtud. Que he sido lo suficientemente humilde para dejarme ayudar por un gran equipo, por toda la gente que tengo a mi alrededor, por mis compañeros… Y peleón. Yo creo que ese es el mejor legado que puedo dejar».
El deportista español con más medallas en los Juegos Olímpicos, tuvo un especial mención para Carolina Marín: “Me gustaría dedicarle un poquito de esta medalla a Carolina Marín. Creo que ha sido la protagonista de estos Juegos. Es muy injusto lo que le ha pasado. Le tengo mucho aprecio y cariño”.
Recordando las medallas de Craviotto, antes de su reciente bronce en París, fueron dos oros, dos platas y otro bronce. Su primera presea se la colgó en los Juegos de Pekín en 2008; un oro en K2 500. Luego vino Londres 2012, donde logró una plata en K1 200. La guinda la puso en Río 2016, donde hizo doblete de medallas. Un oro en K2 200 y un bronce en K1 200. En Tokio repitió medalla de plata en K4 500. Seis medallas en cinco participaciones olímpicas. Sin lugar a dudas, un palmarés envidiable.