Otra vez fútbol. Ya ves tú qué de divertido es ver a 22 chavales corriendo detrás de una pelota. Ni que el fútbol te diera de comer. Hay otras cosas en la vida a parte de fútbol. No sé como aguantas todo el día viendo lo mismo. Y así podría seguir hasta acabar un libro y no precisamente de pocas páginas.
Pocos nos comprenden. Cuesta entender como una persona es feliz viendo todo el día lo mismo. Observando partidos por sólo un futbolista. Disfrutando con otro gol que no sea de tú equipo. Levantándose y aplaudiendo el gol de un rival al que no le tienes especial estima. Poniéndose nervioso ante un partido en el que sólo hay tres puntos en juego. Levantándose pensando en la hora y en el minuto exacto en el que empezará a rodar el balón de aquel encuentro marcado en rojo en el calendario. Cambiando la copa y la fiesta por el Red Bull y el partido de la jornada. Y también podría seguir hasta escribir otro libro de gran extensión.
Dos visiones de una misma pasión. Las dos respetables. Sólo una comparto. Y es la segunda. Unos pensarán, pues vaya friki. Otros, pues yo soy como él. Y otros sinceramente dirán pues es su vida que haga lo que quiera. Somos muchos los que vemos el fútbol como el aspecto que más nos llena de nuestra vida. ¿Más que una noche de fiesta y desenfreno? Sí. ¿Más que una película con innumerable cantidad de elogios recibidos? Sí. ¿Más que una buena tarde de paseo por un centro comercial? Sí. No debemos justificarnos, nosotros hemos elegido el fútbol o quien sabe si él nos ha elegido a nosotros.
Comienza la Liga
Yo le entregué mi vida al fútbol sin esperar nada a cambio, ahora me lo devuelve todo a oleadas. No sé cual será mi futuro, pero sé que el fútbol siempre tendrá un lugar predilecto. No lo catalogaría como un deporte, sí como una forma de vida. Cuando sabes que tu vida gira entorno a él, que tus planes también y que pierdes cosas por él, te das cuenta de que no es un deporte. Este fin de semana es especial. Comienza la Liga. El fútbol más próximo, no sé si el más espectacular, pero sí el que te hace sentir más identificado. Old Trafford queda muy lejos, el Benito Villamarín o el Nou Estadi, no.
Cuando el balón comience a rodar, el mundo comenzará a girar más rápido de lo que lo hacía y yo seguiré pensando, bendita pasión la mía. Recuerden, para muchos no es un deporte, es una forma de vida.