Síguenos de cerca
Meyba x Sphera Sports Oferta
FC Barcelona

Champions League

Sin pelos en la lengua

“Somos candidatos a ganar todo”. Esa es la contundente respuesta de Raphinha tras ser preguntado sobre si este Barça es candidato a ganar la Champions. La convicción del brasileño, que vive el mejor momento de su carrera con 27 goles y 19 asistencias en lo que llevamos de curso, es precisa. Este equipo ya no anda con pies de plomo ni habla con la boca pequeña. Sin tapujos, este conjunto tiene serias opciones de levantar la ‘Orejona’ en Múnich y, aunque el camino es largo y siempre imprevisible, ayer interpretó una nueva demostración de su atractiva candidatura.

Disfrutar, primer mandamiento de este Barça que vuela. Lo escribió Johan Cruyff en el pasado en la biblia balompédica: “Salid y disfrutad”. Probablemente, este equipo lo tiene todo porque goza de lo más esencial: se divierte jugando. Las conexiones entre los jugadores lanzan un juego que parte de su entendimiento. El centro del campo protege al defensor en la salida de balón, enlaza y proyecta para que los monstruos del Triángulo de las Bermudas borren del mapa a las zagas rivales. No es una leyenda, con el desborde de sus bandas tiene auténtico veneno. Incluso posee ese punto descabellado, un exceso de riesgo estimulante y adictivo.

Lamine Yamal ha quemado todos los adjetivos y ha fulminado la creatividad que podía describirle. Todo resulta insignificante ante la mezcla de su precocidad y su prodigioso talento. Un recorte gamberro, un golpeo exquisito, un pase de gol desafiando a la lógica. Explicaba en un capítulo de ‘El nou clam’ – serie documental de 3Cat – que estudiaba cocina. Ayer volvió a ponerse el delantal y en los fogones guisó él solito una obra de arte. No se le pasa el arroz ni se le pega la tortilla.  

Decía Pedri tras el partido: “Se lo he dicho tanto a Lamine como a Rafa, el MVP podría haber sido para ellos tranquilamente”. Y no le faltaba razón. Todos, sin excepción, brillaron en el tapete. Una noche que nos dejó el mejor partido de Frenkie de Jong en mucho tiempo, donde gozó de la libertad de sus conducciones y se entendió a la perfección con el canario para interpretar e intercambiar alturas. Lo que quizá todavía no sabe el tinerfeño es que, más allá del éxtasis de Raphina y la magia de Lamine Yamal, la figura más imprescindible de este engranaje sigue siendo él. Nada se explica sin su presencia.

El Barça está en cuartos, la última estancia que visitó en la mansión de la Champions League. La asignatura pendiente, que era una quimera no hace tanto, ya la tiene aprobada: ha vuelto a seducir, sobradamente, a toda Europa. Y va a por más. Puede decirlo en voz alta, sin pelos en la lengua.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Champions League