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Fútbol Internacional

Faraónico

Keops, Kefrén, Micerino y Salah; con su poder ofensivo como vértice común. Al igual que las pirámides de Giza, el jugador egipcio parece lograr un mismo objetivo: perdurar una eternidad. Pasan los años y, a pesar de todas las figuras que ha visto marchar y de que sus piernas puedan perder velocidad y explosión, Salah ha sabido adaptarse y lograr una madurez en el juego que le permite ser a día de hoy totalmente decisivo y tener un grandísimo impacto en el rectángulo a las órdenes de Arne Slot.

Su extensa capacidad nos ha acostumbrado a una constancia, probablemente, infravalorada. En ese eterno debate que quiere enfocar al mejor jugador del mundo, Mo Salah ha presentado una candidatura muy seria. Su CV posee una dilatada lista de habilidades, una brillante experiencia y una carta de presentación que, a falta del marketing que poseen otras figuras de la élite, le describe a la perfección.

En la última convocatoria de su calendario, el Liverpool, de nuevo, no pudo vencer al Nottingham Forest. Tampoco pudo Salah ver la portería de los Tricky Trees en esta ocasión. El conjunto de Nuno Espírito Santo es, junto al Crystal Palace, los dos únicos equipos que han resistido al veneno del delantero de los ‘Reds’ con sus propios antídotos. En el presente curso de la Premier League, el futbolista de Nagrig no se ha citado con el gol o la asistencia únicamente en tres partidos. Su rendimiento en la actual temporada acumulando 21 tantos y 17 pases de gol es un auténtico abuso. Algo faraónico.

Los datos hablan por sí solos; también una regularidad que certifica su presencia durante ocho temporadas consecutivas alcanzando el registro de los 20 goles. Por si no fuera suficiente, también ha entrado en el selecto grupo de los 10 jugadores con más asistencias en la historia de la Premier y ha igualado a Tierry Henry siendo el séptimo máximo goleador histórico de la competición.

Mohamed Salah ya dejó entrever su decepción por no recibir una oferta de continuidad ante un contrato que expira en unos meses. Hace unos días, en una entrevista con Sky Sports, el futbolista reiteró la situación, encontrándose lejos de progresar en los despachos. Disparatado.

A pesar de ello, las circunstancias no han mostrado a un jugador dubitativo ni ha cambiado un ápice de su profesionalidad. Salah sigue concentrado en el tapete. «¿Quieres mirar atrás y decir que estaba preocupado o estresado por el contrato? ¿O simplemente quieres decir que tuve una temporada increíble? Eso es lo que tengo en la cabeza». Y lo sigue demostrando. Todos los días. Sea cuando sea su último episodio en Anfield, el rey egipcio ya es historia de la Premier y una auténtica leyenda del fútbol que busca perdurar eternamente en el recuerdo de Merseyside.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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