Érase una vez, un portero llamado Charles Joseph John Hart, Joe Hart para los amigos, que decidió abandonar el club de su infancia y de su ciudad natal, el Shrewsbury, para marcharse en el verano de 2006, con apenas 19 años, al entonces humilde Manchester City que vagaba por la zona media-baja de la Premier League. Toda una aventura para el joven Joe que marcaría su carrera y también su vida para siempre.
Los comienzos, como siempre, no son fáciles. Nuestro portero tenía al grandullón sueco Isaksson como competencia y tuvo que marcharse, pero no sin antes debutar el 14 de Octubre de 2006 ante el Sheffield United en un partido que terminó 0-0 y en el que jugó los 90 minutos. Sería el primero de muchos. Del mes de Enero al mes de Febrero de 2007 se fue al Traenmere Rovers de la League One como cedido y después de Abril a Mayo al Blackpool, también de la League One.
En la temporada siguiente, el nuevo entrenador Sven-Göran Eriksson confió en Hart que jugó 32 partidos en total, lo que le llevó en verano a debutar con la selección absoluta inglesa. En Septiembre llegaría a Manchester un sultán de oriente medio dispuesto a adelantar la navidad a todos los ‘citizens’ y cuyo nombre, imposible de pronunciar reduciremos, a Mansour. El señor Mansour trajo consigo 250 millones de euros con los que compró el club destronando a Thaksin Shinawatra, anterior dueño, y también fichajes ilusionantes.
Con el jeque llegaría una época gloriosa cargada de éxito que aún continúa en nuestros días. Tras el parón de la temporada 2009-2010 en la que nuestro guardameta estuvo cedido en el Birmingham, llegarían los títulos que llenarían de felicidad a todos los aficionados del Man City y, por supuesto, a Joe. En 2011 llegaría una FA Cup, una Premier League en 2012, una Community Shield en 2013, en 2014 otra Premier League y una Capital One Cup y en 2016 otra Capital One Cup y la participación en una semifinal de Champions League. Una etapa increíble sin duda.
Todo era perfecto. El Manchester City se había convertido en uno de los mejores equipos del continente y Hart, con sus paradas y su entrega, tenía gran parte de culpa. Era uno de los más queridos por su hinchada y un portero de gran categoría reconocido en el mundo entero. Pero no todos los finales son felices. La llegada de Pep Guardiola ilusionó a toda la plantilla y también a los seguidores del City con la idea de ir más allá en Europa y volver a dominar Inglaterra. Sin embargo, en los planes del técnico español no entraba nuestro protagonista que se veía obligado a abandonar el club de sus amores y de su vida. Ese club que le vio crecer, que le forjó como futbolista, le llevó a la selección y le dio tantas alegrías.
Quién le iba a decir al bueno de Joe que tendría que decir adiós así tan de repente tras 10 años y 348 partidos bajo los palos del Etihad defendiendo ese escudo y esa camiseta que tanto le ha dado. Se marchó por la puerta de atrás, a un club con objetivos diferentes y de menor nivel y sin decir ni ‘mu’ porque por encima de todo está la entidad debió pensar. Una entidad que acabó dándole la espalda. Sin embargo, los ‘citizens’ no olvidan esos 10 años de dedicación y lucha y estarán eternamente agradecidos. ‘If you love Joe Hart, stand up‘ le cantaban en su último partido todos al unísono. Ahora le toca partir hacia Turín con grandes recuerdos en la maleta y con, seguro, más pena que alegría. Todo lo bueno se acaba pensará, como esta historia que llega a su fin, por lo que colorín colorado, el cuento de Joe Hart con el City se ha acabado.