Cuando las cuerdas aprietan la liberación adquiere otro estado. Cuando se siente de cerca la derrota un cambio de aires que acabe en triunfo adquiere otro valor, sobrevalorado.
El Manchester City estará en Octavos de Final de la Champions League tras ganar 0-2 en el Olímpico de Roma. Los de Manuel Pellegrini cerraron una Fase de Grupos que, para ellos, ha tenido absolutamente de todo.
Cuando todo parecía negro, cuando todo parecía sentenciado a orillas del Etihad Stadium. Sólo así la clasificación Citizen adquiere mayor relevancia. Un sabor, un aroma y un peso todavía más saludable para los conocidos en la zona Sky Blue de la ciudad de Manchester. Están entre los 16 mejores conjuntos del viejo continente. Es un hecho.
Pero nada fue sencillo, o al menos falto de emoción. Una trayectoria digna de trilogía cinematográfica que han generado emociones, tensión, incertidumbre y decenas de situaciones en lo largo y ancho de las 6 jornadas disputadas.
El Manchester City parece etiquetado en esa parcela de dudas que le está caracterizando en los últimos años en la Liga de Campeones. Un ambiente que despierta mil dudas, pero que ha acabado en éxtasis. De los 6 partidos disputados en la Champions League 2014/15, los de Pellegrini sólo han ganado 2, pero finalmente han supuesto los más importantes.
Un total de 2 derrotas, 2 empates y 2 victorias. Balance negativo, o balance positivo, según se mire. Por un lado, sólo 2 victorias en 6 partidos, pero por otro, sólo 2 derrotas en 6 encuentros, que viendo la clasificación final parece el aspecto a destacar.
Hace dos jornadas, cuando perdieron en casa frente al CSKA Moscú, la presencia y continuidad de los de Manchester en Copa de Europa parecía una quimera, pura fantasía. Matemáticamente posible, pero lógicamente complicado. Debían ganar sus últimos 2 partidos, ante rivales del nivel europeo de Bayern de Múnich y Roma, y esperar otros resultados.
Voila. Ha ocurrido, es un hecho. Se presentaba un horizonte negro, que llamaba a tempestad de las importantes. Más cuando el Bayern de Múnich remontaba y se colocaba 1-2 antes del descanso en la 5ª jornada, en el partido del Etihad Stadium. Estaban fuera, pero la épica estaba preparada, y quería entrar en escena. Lo hizo con una entrada majestuosa, por todo lo alto, provocando lágrimas de alegría. Una actuación estratosférica de Sergio Agüero frente al conjunto bávaro haría que en los últimos 10 minutos el Manchester City remontara, convirtiendo el negro cielo en otro de menor gravedad, en un tono gris que restaba miedo y pánico entre los presentes.
Estaban vivos, latían matemáticamente. Sólo debían ganar en el Olímpico de Roma, a domicilio, a cientos de kilómetros de la región del Gran Manchester, y esperar que el Bayern de Múnich, ya clasificado, ganara en el último encuentro frente al CSKA Moscú.
Y así fue. Los de Pellegrini ganaron 0-2, en un partido disputado, de tú a tú, donde no estuvieron pesos pesados del vestuario como Kompany, Yaya Toure, David Silva (partió desde el banquillo), o Agüero, entre otros. Ganaron, cumplieron, y desde el Allianz Arena llegaron buenas noticias.
Era un hecho. De forma oficial el Manchester City estará en los bombos de Octavos de Final. Pese a tener una situación totalmente complicada, alejada de las comodidades. Contra viento, lluvia, marea. Todas las barreras existentes estaban en el camino europeo de los Sky Blues, pero se sobrepusieron. La épica apareció, la magia futbolística del torneo de clubes por excelencia saludó a los presentes.
Una clasificación meritoria, rotunda, contracorriente.