Guardiola llegó a la Premier con la intención de implantar su estilo. Un mes de competición después estamos ya en condiciones de decir que el Manchester City ha asimilado los conceptos mejor de lo esperado. La evolución es buena y la mano del de Santpedor ya se nota.
Una de las grandes novedades tácticas introducidas por Guardiola en el Manchester City ha sido el papel de los laterales en ataque. Estos se centran formando un doble pivote, obligando a Fernandinho a retrasar su posición para incrustarse entre los centrales y a los interiores Silva-De Bruyne a adelantar la suya a la de media puntas. ¿Qué consigue con esto? Él mismo, tal y como recogió hace unas semanas La Media Inglesa, lo explicó en ‘Herr Pep’ de Martí Perarnau: «Lo ideal es tener al central abierto, al lateral por dentro y al extremo abierto para pasarle directamente a él. Si el pase sale bien has logrado saltar todo el centro del campo enemigo; si pierdes el balón, tu lateral puede correr el espacio inmediatamente. Se trata de modificar con tu comportamiento los planes de presión del rival. Nuestro lateral se va hacia dentro y arrastra al extremo rival; si este no le sigue, entonces ya tienes un hombre libre; si quien va a cubrirle es el mediocentro, entonces nuestro interior quedará libre. Y así todo el rato».
Una cosa, no obstante, es saber lo que quieres y otra, bien diferente, ejecutarla. De momento, pero, el movimiento táctico, ya iniciado durante el tramo final de su etapa en Múnich, le está dando rédito pues hasta el momento se ha visto un Manchester City dominador en todos los aspectos.
Guardiola entiende el fútbol como pocos, algo que intenta demostrar año a año. Movimientos de ajedrez como este así lo atestiguan.