Taj Gibson, José Manuel Calderón y Marcin Gortat. Los protagonistas de la película de la semana en la NBA fueron estos tres, sin contar el récord de triples de Cleveland Cavaliers con 25 en un partido de temporada regular.
El bueno. Taj Gibson no pudo comenzar mejor su travesía en Oklahoma con un triple desde su casa a falta de dos segundos para el descanso, con empate en el marcador a 57. Como si de un partido de fútbol americano se tratase, Gibson recuperó el balón en su campo (concretamente desde el triple) y con una sola mano lo lanzó directo a la canasta. La pelota salió despedida formando un arco, incluso llegó a desaparecer del plano de la televisión durante unas centésimas de segundo, y se coló en la canasta. Nadie se lo creía y menos él cuando fue a celebrarlo con el hombre de los triples-dobles, Russell Westbrook. El jugador neoyorkino dejó así uno de los tiros de tres de la temporada de la NBA.
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El feo. El ‘pobre’ Calderón y el sinsentido con su traspaso express a Golden State Warriors. Tan solo duró 59 minutos como compañero de Stephen Curry. Tenía hasta la camiseta preparada con el número ‘8’. La imprevista lesión de Kevin Durant hizo que los de la Bahía se retractaran del fichaje. Tras haber cerrado el acuerdo y haberlo hecho oficial, dejaron al base español desnudo y con las ganas de un equipo grande como los Warriors. La consecuencia de este ‘feo’ y el final de este capítulo ha sido la marcha de Calderón a Atlanta Hawks.
El malo. El jugador de los Wizards encestó los dos puntos más absurdos de la temporada. En un contraataque de Toronto Raptors capitaneado por DeMar DeRozan, este pasó a Cory Joseph, el cual, en vez de entrar a canasta, decidió asistir hacia otro compañero. En ese transcurso, la pelota rebotó en la mano de Gortat, que estaba defendiendo el aro, y desgraciadamente este entró en su propia canasta.
https://youtu.be/nRNoy2I3g2E