Algo no funcionaba en Grigor Dimitrov cuando acumuló seis derrotas consecutivas a mediados de 2016, así que el búlgaro agarró el teléfono y llamó a Daniel Vallverdú. Y con el venezolano en su banquillo, el que fuera apodado ‘baby Federer’ redescubrió su amor por el tenis.
«El tenis me ha vuelto a emocionar. Siento mariposas en el estómago cada vez que salgo a jugar un partido. Me enamoré del tenis hace muchos años, pero hubo un tiempo en el que no estaba en un buen momento mentalmente hablando. Tenía que encontrar de vuelta la inspiración. Tenía que encontrar la manera de ganar y volver a disfrutar, volver a amar el tenis», confesó Dimitrov durante el Open de Australia, número 15 del mundo con 25 años.
Dimitrov siempre fue considerado como una perla del tenis. Su juego, sus gestos y su técnica eran (y son) prácticamente un calco de Roger Federer. En 2008 ganó los títulos júnior de Wimbledon y el US Open y con 23 años alcanzó el Top-10 después de jugar en Wimbledon 2014 su primera y hasta mañana única semifinal de Grand Slam. Aquel resultado le colocó en el número ocho del ranking y su raqueta apuntaba todavía más alto. Llegó tras sumar tres títulos en los primeros meses de 2014, su progresión se estancó.
Daniel Vallverdú asiste a un partido de Dimitrov en París en 2016 | MIGUEL MEDINA/AFP/Getty Images
Hasta que se reunió con Vallverdú en el All England Tennis Lawn en junio de 2016. El búlgaro acababa de perder en la tercera ronda y quería un cambio, quería volver a luchar por títulos, a sentir mariposas en el estómago. «Tres conversaciones bastaron para darnos cuenta de que estábamos en la misma página. Empezamos a trabajar dos semanas después», contó a dpa Vallverdú en Melbourne.
«Cada tenista pasa por un proceso diferente. A Dimitrov le fue muy bien con 20, 21 y 22 años y después normalmente cuando te va bien al comienzo de tu carrera lo difícil es mantenerlo. Hay diferentes procesos de aprendizaje y en los últimos tiempos él aprendió mucho», añadió el venezolano, que antes fue entrenador de Andy Murray y Tomas Berdych.
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¿El resultado del acuerdo Dimitrov-Vallverdú? El búlgaro, que llevaba 22 victorias por 18 derrotas en 2016, despegó como un avión. Desde que contró a Vallverdú acumula 27 triunfos por ocho derrotas y en 2017 luce un impecable 10-0. Y es que el búlgaro ganó hace dos semanas el torneo de Brisbane, donde tumbó a tres Top-10 -Dominic Thiem, Milos Raonic y Kei Nishikori- para poder alzar su primer título desde 2014. Casi tres años en blanco.
Dimitrov celebra su pase a cuartos de final en el Open de Australia | PAUL CROCK/AFP/Getty Images
«Nada me está distrayendo ahora mismo fuera de la pista. Ahora estoy disfrutando de la lucha, disfruto corriendo cada pelota y estoy tomando mejores decisiones cuando entro a la pista. Ya llevo ocho años en el circuito, sé lo que tengo que hacer. He aprendido muchas cosas de mí mismo al empezar a trabajar con Dani. Empecé a creer un poquito más en mí», explica Dimitrov
«Con Dimitrov la pregunta nunca fue si puede volver a su mejor nivel», aportó Vallverdú. «Los dos sabíamos que el tenis lo tiene. Lo más importante era recuperar su confianza entrenando fuerte, ganando partidos y eso ha sido lo que ha hecho en los últimos meses. Le veo muy contento, trabajando duro y escucha bien. Se ha dado cuenta de que aprecia el tenis y de lo que le gusta jugar».