Soñar con una remontada épica no era una locura. Soñar con una final europea en San Mamés era legítimo. Y el Athletic Club lo creyó, lo peleó y lo soñó de manera intensa. Pero el fútbol también es cruel. A veces, como ayer en Old Trafford, el resultado no refleja lo vivido. El Athletic cayó, sí, pero cayó de pie. Con la cabeza alta y el corazón lleno de orgullo.
El equipo de Ernesto Valverde llegaba con todo en contra: el 0-3 de la ida, las lesiones de Iñaki, Nico y Sancet, la baja por sanción de Vivian. Pero Yeray anticipaba en la previa que no iban a rendirse, y que soñarían esa misma noche con alargar el sueño. El Athletic salió al césped con una sola idea en la mente: pelear hasta el último balón. Apretaron, corrieron, se dejaron la piel. Jugaron por un pueblo, por una afición, por una idea. Jugaron como si la historia dependiera de ello.
Y los menos habituales salieron con hambre de gigante. Desde el primer minuto, el Athletic asfixió al United con una presión feroz. Robaron en campo contrario, ahogaron la salida de balón de los de Amorim y se lanzaron al ataque con convicción. Y entonces, Jauregizar, el chaval de Bermeo, el que sueña en zurigorri desde la cuna, marcó un golazo que encendió la esperanza. Fue un latido colectivo. Un grito eufórico. Un abrazo entre generaciones.
La afición es el tesoro de mayor valor en este Athletic. Bufandas al viento, gritos incansables, trasladaron la esencia de San Mamés hasta el Teatro de los Sueños. Hasta la casualidad del nuevo Papa León XIV parecía invocar a la épica. United golpeó duro en los últimos minutos y el sueño se esfumaba.
Athletic volvió a demostrar que lo suyo es una forma de sentir. Lo demostró con cánticos aún en la derrota, alabando a una leyenda como Iribar. Cantando el himno de vuelta al hotel. Y con una sensación de a pesar de haber perdido la opción de levantar un título europeo en San Mamés, haber ganado un poco más de cariño a su escudo e identidad. No habrá final en casa, pero sí un nuevo objetivo en el horizonte: confirmar la participación en la Champions, la próxima temporada.
