La vida de Pierre-Emerick Aubameyang, así como la de sus antecesores, ha dado muchas vueltas. De madre española y familia inmigrante, el origen del actual delantero del Borussia Dortmund está en Laval (Francia) aunque por sus venas, corren sangre africana e hispana.
La importancia de la genética en los deportistas adquiere mayor relevancia a la hora de exhibir sus aptitudes sobre el terreno a actuar. En el caso del futbolista, sobre el terreno de juego. Es ahí donde Aubameyang demuestra su gen del oeste centroafricano. Potencia y velocidad son dos cualidades apropiadas por parte de Pierre, su padre que llegó a ser internacional con Gabón a finales de los 80 y principios de los 90.
Pero Aubameyang tiene la ventaja de heredar habilidades diferentes gracias a su linaje español. Una de ellas es la herencia emocional. Su abuelo materno, nacido en El Barraco (Ávila), a poco más de 100 kilómetros de la capital, era un gran seguidor del Real Madrid. Cuando su nieto Pierre-Emerick -hijo de Margarita- nació en Francia, Hugo Sánchez acababa de ganar su 4ª liga consecutiva con el club merengue, después de conseguir a título individual 3 trofeos como máximo goleador en la Liga y justo antes de anotar la cifra de 38 goles en la máxima competición española. Más tarde, Aubameyang crecería con las historias de su abuelo acerca de uno de los grandes goleadores de la historia blanca.
En una entrevista realizada por L’Equipe, Aubameyang expresa dos de sus grandes secretos. El primero de ellos es la promesa realizada a su abuelo abulense: «En 2014, antes de que falleciera, le prometí a mi abuelo que jugaría algún día en el Real Madrid». El segundo es el origen de una de sus peculiares celebraciones. La voltereta invertida que suele ser habitual en los estadios alemanes donde pisa, es un homenaje a Hugo Sánchez, el delantero favorito de su estimado abuelo: «Le rindo homenaje con el salto que a veces hago tras marcar”.
Con 26 años, Aubameyang cuenta con una de esas historias anecdóticas que suelen acabar con final feliz. El sueño del abuelo del delantero gabonés aún está por cumplir, pero mientras tanto, Hugo Sánchez es homenajeado por un goleador que perfora las porterías alemanas de la misma forma que hacía el mexicano luciendo la elástica blanca. La conexión emocional entre un delantero que marcó una época y otro que desea hacerlo cumpliendo el sueño del que un día, disfrutó con los goles de un mexicano que celebraba sus tantos con piruetas que le alzaban a la gloria.