Síguenos de cerca

Atlético

La Champions League, la última bala del Atlético

No es lo que se esperaba del proyecto más ambicioso en la historia del Atlético de Madrid, pero la realidad a en febrero es que está fuera de la Copa del Rey, casi no cuenta para la pelea por La Liga y sólo le queda agarrarse a la Champions League para intentar embellecer el camino.

El terreno de las emociones remite a un Atlético orgulloso de la imagen ofrecida tras poner contra las cuerdas al FC Barcelona y quedarse a un gol de forzar la prórroga en las semifinales de la Copa del Rey. También se le otorga el derecho a sentirse perjudicado por el árbitro y la confianza en un futuro mejor por el juego desplegado. Pero luego viene la fría matemática para señalar un hecho incuestionable: se quedó con una única bala, la de la Champions, cuando la temporada entra en su tramo decisivo.

El club rojiblanco afrontó el año con un presupuesto de 280 millones de euros, el más alto de toda su historia. Lo hizo al amparo de un grupo ya consolidado en los últimos años, una gran estrella del tamaño de Antoine Griezmann y refuerzos como los de Kevin Gameiro, Nico Gaitán o Sime Vrsaljko. Las expectativas eran notables, pero durante La Liga ofreció una irregularidad nunca vista desde que Simeone se hizo cargo del equipo, hace cinco años. Tan es así que ahora se sitúa a siete puntos del Real Madrid, que además tiene dos partidos menos que los rojiblancos.

No sólo eso, sino que sus seguidores comienzan a mirar con preocupación a equipos emergentes como Real Sociedad y Villarreal, dispuestos a pelear por la cuarta posición que ahora ocupan los de Simeone, la última plaza que permite entrar en Liga de Campeones. El equipo recibió críticas por un eventual conservadurismo de sus planteamientos tácticos y por primera vez en estos años los reproches se dirigieron hacia Simeone. Esta crítica cobró más sentido después de ver cómo jugó el Atlético ante el Barcelona. Necesitado de una remontada, hizo un planteamiento valentísimo y se vio al mejor Atlético de la temporada.

Al terminar el encuentro del Camp Nou, Simeone envió un mensaje con doble sentido: ataque velado a los árbitros y confianza en un futuro mejor en la Liga de Campeones. «El árbitro se puede equivocar y lo entiendo, como nos equivocamos todos. Pero tengo claro que en la Champions tenemos más opciones de lograr algo que aquí», declaró en referencia a una supuesta mejor calidad de los árbitros europeos.

Leer más: Fernando Torres y el paso hacia delante

Es arriesgado fiarlo todo a una competición como la Champions League, en la que es necesario que se dé un enorme cúmulo de factores a favor -incluida la fortuna- para conquistar el trofeo. Pero en esa situación tan estresante se encuentra el Atlético, un equipo que por otra parte también puede presumir de haber jugado dos de las tres últimas finales. El 21 de febrero abrirá su eliminatoria de octavos de final ante el Bayer Leverkusen, que se resolverá el 15 de marzo en el Vicente Calderón. Es el comienzo de la cuenta atrás del Atlético, con la necesidad de aprovechar la última bala que le queda en el cargador. Un solo error en el tiro es decir adiós definitivamente a la temporada.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Atlético