Querido Juan Martín,
Lo has vuelto a hacer. Ayer volviste a levantar a un país entero. Argentina rendida a tus pies y, en especial, a tu raqueta. Conseguiste remontar dos sets a cero, frente al sexto mejor jugador del mundo. Tu victoria le dio la posibilidad a Argentina de ganar su primera ‘ensaladera’. Hiciste parecer que ayer jugabas como local, en lugar de en Croacia.
Hace 10 meses, la clasificación ATP nos mostraba que había 1.040 jugadores mejores que tú. Pero lejos de rendirte, te has sobrepuesto a todo y todos. Cerrarás la temporada con sólo 37 tenistas por delante. Y creo que muchos apostarían dinero a que es cuestión de meses verte entre las 10 mejores raquetas mundiales.
Has conseguido ganar, de nuevo, a los mejores. A Nadal, a Djokovic, a Murray, a Wawrinka o al propio Cilic. Pocos lo destacan pero otro factor a mencionar es el hecho de hacerlo sin entrenador. Pensaste que lo mejor era afrontar este retorno sin un entrenador específico y el tiempo no para de darte la razón. Sales a la pista a darlo todo, sin un patrón concreto, pero cuando uno tiene tanto nivel y da el máximo de sí mismo, suele salir triunfador.
Si algo nos has enseñado es a no rendirse. Muchos hubieran abandonado. Tu muñeca ha sido tu peor rival. Más que Federer o Nadal. Tres operaciones han buscado que lo dejarás. Pero como ocurre en la pista, has demostrado que puedes ganar a cualquiera. También a este tipo de adversidades, más allá de lo tenístico.
Le diste la plata olímpica a Argentina en verano y ahora, has logrado que inaugure, por fin, su palmarés de Davis.
Mi gran duda es que como se hubiera desarrollado tu carrera sin la presencia tan protagonista de las molestias físicas. Pese a ello, no necesitas la consecución de títulos para conseguir el reconocimiento de los amantes del deporte de la red.
Enhorabuena y gracias, Delpo. No eres un ejemplo para el tenis. Eres un ejemplo para el deporte.