La 35ª jornada de Serie A dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que la lucha por Europa sigue apretada con los últimos pinchazos de Roma, Lazio y Napoli, el Milan volvió a ganar y el Cesena descendió a Serie B. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Genoa. El equipo de Gasperini cerró la jornada con una goleada ante el Torino fraguada en la segunda parte. Liderados por Tino Costa, Bertolacci o el máximo goleador Iago Falque, el Grifone tratará de poner el broche a su gran temporada, si la licencia UEFA no lo impide, con una clasificación europea. Trabajo.
Paul Pogba. Tras su grave lesión muscular, el medio francés volvió a jugar después de 52 días. Sin nada en juego, con el Scudetto cerrado, la Juventus empató contra el Cagliari, casi descendido, con un gol de Pogba. Nada más volver, ya está preparado para el partido decisivo de Champions League. Retorno.
PURGATORIO
Keisuke Honda. Su temporada ha sido para olvidar, como la de todos sus compañeros. Solo sus goles en el comienzo del curso permiten calificarla de completo desastre. De todos modos el japonés reapareció de manera decisiva con dos asistencias contra la Roma, permitiendo al Milan ganar después de un mes. Presencia.
Atalanta. La Dea ganó en el Barbera y prácticamente se asegura la permanencia. Ante un Palermo que lleva meses sin nada en juego, el conjunto bergamasco se impuso sin brillantez pero se llevó los tres puntos. Solo falta uno para cerrar una temporada para olvidar en la que se salvará solo por demérito del resto. Borrón.
INFIERNO
Gonzalo Higuaín. El Napoli pinchó en casa del colista, perdiendo una oportunidad de oro de acercarse a la Champions. El delantero argentino fue el símbolo del nerviosismo en Parma tras el partido. Según los emilianos, Higuaín se quejó de que siguieran compitiendo tras quebrar el club. Insolidario.
Cesena. El club romagnolo se convierte en el segundo que desciende matemáticamente a Serie B, un año después de su retorno a la élite. El Cesena cumplió los pronósticos y, pese a dar siempre la cara, no pudo superar la debilidad y falta de experiencia de su plantilla. Siempre les quedará la magia de Brienza… Arrivederci.