La penúltima jornada de la Premier League ofrece este viernes dos duelos que combinan la agitación de la final europea con las ambiciones domésticas. Aston Villa recibe al Tottenham y Chelsea enfrenta al Manchester United. Un doble cruce donde se encuentran los finalistas de la UEFA Europa League y dos aspirantes directos a los puestos europeos de la próxima temporada.
En Villa Park, el equipo de Unai Emery, que ha firmado una racha impecable en las últimas semanas, afronta un reto doble: mantener su invicto como local y aprovechar el desgaste de un Tottenham más enfocado en la final continental. Los Spurs, que solo han ganado uno de sus últimos diez compromisos de liga, podrían optar por una alineación mixta para proteger a sus titulares antes de la final. Con un centro del campo mermado por las bajas de Kulusevski, Maddison y Bergvall, y con Son Heung-min recién reincorporado, los de Ange Postecoglou podrían reservar energías y efectivos. El Villa, por su parte, alinea su mejor once disponible con la urgencia de consolidar su presencia en zona Champions. La carrera codo a codo con Chelsea y otros aspirantes es crucial.
Minutos más tarde, Stamford Bridge será escenario de otro cruce de alto voltaje. El Chelsea, golpeado por la reciente derrota ante Newcastle y condicionado por sanciones y lesiones —como las de Nkunku y Jackson—, necesita recuperar el pulso si quiere mantenerse entre los cinco primeros. Enfrente, un Manchester United que ha priorizado la rotación en sus últimos compromisos domésticos. Ha cuidado piezas clave pensando en su cita europea . Amorim deberá decidir si sigue apostando por la gestión física o si busca impulso anímico tras una liga irregular.
La combinación de intereses convierte esta jornada en un punto de inflexión. Para Villa y Chelsea, sumar de a tres puede marcar la diferencia entre Europa League y Champions. Para Tottenham y United, será una prueba de equilibrio entre la Premier y la ilusión continental.
