El Chelsea dio el domingo un paso decisivo hacia el título en la Premier League, pero el Tottenham, segundo, goza con su victoria en el clásico del norte de Londres ante el Arsenal y no pierde la ilusión.
«St. Totteringham’s Day cancelado. Arsene Wenger, queremos que te quedes«, se pudo leer el domingo en las gradas de White Hart durante la victoria del Tottenham por 2-0 ante el Arsenal.
Con el triunfo, los «Spurs» no sólo se mantuvieron a cuatro puntos de distancia del Chelsea, que más temprano había vencido 3-0 en campo del Everton, sino que se aseguraron por primera vez en 22 años terminar la temporada por encima del Arsenal.
Durante años, los «gunners» celebraron cada temporada el «St Totteringham’s Day», el día en el que el Tottenham se quedaba sin posibilidades matemáticas de terminar la temporada por arriba del Arsenal en la Premier League.
El año pasado, el Tottenham estuvo a un paso de romper la maldición, pero perdió el segundo puesto a manos de su tradicional rival en la última jornada. Finalmente, los «Spurs» tuvieron este fin de semana su anhelada revancha. Y además, lo consiguieron en el último clásico en White Hart Lane, que será demolido tras 118 años para construir un estadio más moderno. Mientras tanto, el Tottenham deberá mudarse a Wembley.
Las diferencias entre ambos equipos esta temporada se vieron en la cancha y también quedaron reflejadas con contundencia en la tabla de posiciones. Con cuatro jornadas por jugar, el Tottenham sacó una ventaja de 17 puntos a su rival, que tiene un partido pendiente. Y mientras los «Spurs» marchan segundos y tienen prácticamente asegurada su clasificación a la Champions Leaguie, los «gunners» se ubican sextos, en zona de Liga Europa.
Pese a la alegría por el triunfo ante el tradicional rival londinense, el técnico Mauricio Pochettino insiste en que lo más importante es poder seguir en la pelea por el título. «Es fantástico para nuestros hinchas, pero queremos ganar el campeonato. Como entrenador, para mí lo importante es lograr el título», dijo el argentino.
«Debemos seguir enfocados. Tenemos otro gran partido el viernes ante el West Ham, otro derby difícil», insistió Pochettino. «Tenemos la posibilidad poner presión psicológica sobre el Chelsea. Jugamos antes que ellos y, si ganamos, luego veremos que sucede el lunes», indicó en alusión al choque del líder ante el Middlesbrough en Stamford Bridge.
Pero más allá de su prudencia, Pochettino puede darse por satisfecho por el trabajo que está haciendo en un club sin grandes títulos. El Tottenham apenas ganó dos títulos de Premier League en su historia, el último de ellos en 1961, y su último trofeo en la FA Cup ocurrió hace 26 años.
El Arsenal, en cambio, teme quedar fuera de la Champions por primera vez en 20 años y podría poner fin al histórico ciclo de Wenger en el cierre de la temporada. Aunque los hinchas del Tottenham quieran que continúe.