El Atlético de Madrid obtuvo hoy una victoria de oro por 1-0 en casa del PSV Eindhoven en el estreno de la Liga de Campeones de fútbol europea.
El tanto del triunfo lo logró el español Saúl Ñíguez en el minuto 42 con un brillante remate. El arquero esloveno Jan Oblak detuvo además un penal al mexicano Andrés Guardado justo antes del descanso que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro.
Después de un dubitativo comienzo de temporada, la victoria supone un envión anímico para los de Diego Simeone y tres puntos que pueden ser clave en un Grupo D donde también está el Bayern Múnich, que hoy aplastó 5-0 al Rostov.
El Atlético sufrió hasta el final ante el empuje de un PSV que hoy dio la sensación de ser un equipo capaz de pelear hasta el final por uno de los dos puestos de la zona que dan acceso a octavos.
En 210 minutos de eliminatoria, holandeses y españoles no habían logrado perforar el arco contrario en los octavos de final de la pasada temporada, que sólo se definieron tras una tanda de penales con 16 lanzamientos. El partido de hoy llevaba camino de prolongar esa sequía hasta que Saúl Ñíguez recurrió a su clase.
Saúl, primer goleador rojiblanco en esta Champions | Getty Images
El PSV había marcado en realidad un gol en el minuto cinco, pero el remate de Luuk de Jong fue anulado por el árbitro por una supuesta falta previa que fue muy protestada por los locales.
La jugada del tanto atlético también estuvo precedida de polémica, ya que José María Giménez golpeó en un intento de remate con la cabeza a Davy Pröpper, al que abrió una brecha en la frente.
El balón quedó suelto en el área y cayó en las inmediaciones de Saúl, que en un alarde de coordinación, hizo una tijera en el aire para llegar lo antes posible con su pierna izquierda a la pelota y colocarla en el fondo de las redes.
El PSV no merecía ir perdiendo. Empujado por la ardiente hinchada local, los de Phillip Cocu habían sabido maniatar las líneas de conexión del subcampeón de Europa y habían controlado el juego creando peligro durante largos tramos del primer tiempo.
La experiencia y aplomo de los españoles, dos veces finalistas de la máxima competición de clubes en los últimos tres años, mantuvo en competición al equipo de Simeone.
Pero la clave del partido pudo estar en el descuento. Justo antes del descanso, Luciano Narsingh, el hombre más peligroso de los locales, se dejó caer en el área ante la presencia de Giménez. El uruguayo reclamó amarilla para el delantero, pero el árbitro señaló penal y amonestó al defensa.
Guardado se encargó de ejecutarlo. Tiró con fuerza a la izquierda de Oblak, pero el arquero adivinó el lado y detuvo el lanzamiento.
Jan se estrenó parando un penalti a Guardado en el 45′ | Getty Images
El 1-0 permitió al Atlético recurrir a sus mejores cualidades: firmeza defensiva y rapidez en las transiciones al contraataque.
El francés Kevin Gameiro, que hoy fue titular junto a su compatriota Antoine Griezmann, pudo marcar el segundo en el minuto 52 tras una rápida combinación de la delantera rojiblanca.
Sin embargo, el remate del ex del Sevilla se fue alto. El galo, que fue sustituido más tarde por Yannick Carrasco, sigue peleado con el gol -sólo lleva uno vestido de rojiblanco- pero su acoplamiento al equipo sigue mejorando.
Narsingh puso de nuevo a prueba a Giménez en el 74, en una carrera de 20 metros que exigió al uruguayo a medir los tiempos antes de meter el pie dentro del área para evitar el remate del atacante.
Un minuto después, de nuevo el público se echó encima del árbitro reclamando una mano de Godín dentro del área que evitó un remate franco de De Joong. El inglés Martin Atkinson no vio nada.
El PSV presionó en los minutos finales y empujó al Atlético contra su portería. Sin embargo, el equipo español se siente cómodo jugando cerca de su arquero y no se desordena con facilidad.
Con el propio Griezmann ocupando posiciones de lateral, el Atlético respondió a los balones aéreos que buscaban a De Jong o Gastón Pereiro y mantuvo un 1-0 que puede ser de oro.
(DPA)