La gran campaña del Girona en la pasada temporada merecía premio en la mayor competición continental. Ya ha hecho historia con su simple presencia, pero los de Míchel querían ir más allá y sumar sus primeros tres puntos. Tras dos jornadas en las que el fútbol fue un tanto cruel con el conjunto catalán, el Girona pudo firmar su primera victoria en Champions League ante el Slovan de Bratislava que, con la derrota, es colista en la clasificación.
No lo tenía fácil el técnico madrileño. Con las lesiones acumuladas, cada partido es un reto. Más todavía en una agenda más apretada de lo normal con su asistencia al torneo internacional. Sin Tsygankov, Portu, Oriol Romeu, Bryan Gil, Daley Blind, Jhon Solís, Pau López y Yáser Asprilla se plantaba el Girona en su compromiso con la Champions.
El lleno absoluto en Montilivi fue vitamina, el discurso inspirador de Stuani fue gasolina. El resto lo hizo la pizarra de Míchel haciendo malabares. El Girona buscó sorprender a su rival, pero la línea defensiva impuesta por Vladimir Weiss resistía. Y mientras, le crecían los problemas de enfermería al Girona, con Iván Martín abandonando el terreno de juego. Rozando el descanso, en el 42’, Miguel Gutiérrez abrió la lata tras asistencia de Danjuma y los de Míchel se marcharon al vestuario más aliviados.
Con la ventaja en el marcador, el segundo acto sirvió para ratificar la primera victoria de su historia en Champions. Lo protagonizó Juanpe con un gol espectacular para poner el definitivo 2-0 ante el conjunto eslovaco. El Girona ya tiene su gran noche y la recompensa al gran mérito de su pasada campaña.