La pasada noche se jugó la ida de la segunda semifinal de la UEFA Champions League, la cual enfrentaba a Liverpool y Villarreal. El plan muy claro de Unai Emery no pudo contener a la furia ‘red’ y terminaron cayendo 2-0, un resultado que pone las cosas difíciles para la vuelta, pero no imposibles.
El partido fue lo que nos esperábamos, algo similar a la eliminatoria contra el Bayern. Claras directrices de aguantar atrás e intentar hacer daño al contragolpe o con jugadas rápidas elaboradas por mentes como Dani Parejo. Pocas oportunidades tuvieron para hacerlo pues el asedio del Liverpool fue contante. Pese a ello, en la primera mitad los de Klopp tan solo lograron disparar a puerta en dos ocasiones.
En la segunda mitad metieron la sexta marcha y empezó la fiesta en Anfield. Primero llegó un gol anulado a Fabinho por un fuera de juego de Van Dijk a la hora de dar la asistencia, pero tres minutos después llegó el que sí valía. Una gran combinación entre Tiago, Mané, Henderson y Salah acabó con un un centro del capitán que, con la mala suerte del desvío de Estupiñán, engañó a Rulli y se le terminó colando por encima. Pero la cosa no terminó ahí. Los de Klopp supieron aprovechar el momento de subidón y, dos minutos después del tanto válido, cayó el segundo. Salah filtrando un pase maravilloso para que Mané metiese la puntita de la bota y batiese a Rulli. Era el tercer gol en cinco minutos, el segundo válido. Aún llegaría el cuarto, diez minutos después de la locura ‘red’, aunque también sería anulado por fuera de juego de Robertson, el autor del tanto.
Con esto, el Villarreal encara la vuelta con dos goles por remontar. La hazaña es dificilísima, pero no imposible. La vuelta en el Estadio de La Cerámica dictará sentencia en un juicio que, por ahora, van ganando Klopp y su plan sin fisuras.