El fútbol es cada vez más táctico y previsible. También en el femenino: defensas más ordenadas y ataques más estáticos provocan que el ritmo decaiga y los huecos queden cerrados. De ahí la importancia de esa jugadora diferente que puede inclinar la balanza, que agita un partido, que es capaz de atraer contrarios y romper los esquemas. Tener una futbolista así se ha convertido en un privilegio y en un arma que, bien aprovechada, suma casi tantos puntos como los que da el librillo.
En Primera Iberdrola hay varias de estas codiciadas jugadoras. Destacamos a diez de ellas.
Ludmila da Silva. Probablemente la futbolista más explosiva del torneo. La brasileña que llegó del modesto São José de su país dejó maravillada a la afición rojiblanca desde el primer momento porque era absolutamente imprevisible. Con los años ha aprendido a manejar cierto desorden y a hacer buen uso de su velocidad endiablada. La considerable mejora en la capacidad de decisión la ha convertido en un terror para las defensas rivales.
Eva Navarro. Su gol ante Alemania en la final del Europeo sub-17 dio la vuelta al mundo. Poco ha cambiado desde entonces la futbolista granota, a la que solo una rotura de ligamento cruzado ha podido frenar. La murciana se había consolidado en Primera Iberdrola e incluso estuvo a punto de marcharse al Real Madrid el pasado verano. Electricidad pura y cada vez más gol
Asisat Oshoala. Más allá del acierto anotador de la delantera nigeriana del Barça (a pesar de llevar casi tantos goles como partidos es criticada por su bajo porcentaje de efectividad) hay que poner en valor su mayor virtud: la de agitar un encuentro como si fuera un cóctel molotov. Sembrar el caos es su especialidad, de ahí que atraiga contrarios y genere espacios que en ocasiones no se encuentran por la forma en la que se suele defender ante las azulgranas. Pocas futbolistas en el mundo con su potencia.
Sofia Jakobsson. ¡Qué papeleta ser lateral derecho y tener que aguantar las constantes embestidas de la sueca! La ex del Montpellier es un absoluto quebradero de cabeza, y suele ser el plan B del Real Madrid cuando la falta de fluidez en tres cuartos de campo empieza a ser patente. Fue la mejor del CD Tacón el pasado año y sus números siguen siendo impresionantes este curso. Y es insistente hasta más no poder: lo intentará tantas veces haga falta.
Bárbara Latorre. Es imposible olvidarse de algunos de sus goles en el Barça, sorteando a sus rivales como si fueran conos. En la Real Sociedad está más alejada de los focos, pero no ha perdido ese desequilibrio que le caracteriza, hasta el punto de que Jorge Vilda todavía la tiene en cuenta para la Selección. Un comodín sensacional para abrir puertas cerradas.
Thembi Kgatlana. Una de las grandes sensaciones de esta temporada en Primera Iberdrola. Casi el 64% de los goles del Eibar pasan por sus botas en forma de gol o asistencia. Las armeras tienen en la sudafricana una futbolista capaz de buscarse la vida y rentabilizar al máximo un balón largo, de ahí que la busquen constantemente. Es la principal referencia, pero no duda en caer a banda aprovechando su velocidad y desborde para llegar hasta línea de fondo y servir suculentos pases de gol (cinco lleva). Apunten su nombre porque está llamada a jugar en un club grande.
Sheila García. La inestabilidad del Rayo, las lesiones y su nuevo rol como carrilera le han relegado a un segundo plano, pero no se equivoquen: la de Yunquera de Henares es una de las jugadoras más peligrosas del torneo con espacios y cerca del área, como ha demostrado con su golazo ante el Deportivo tras un mes fuera de los terrenos de juego. Con Ángel Di María como principal ejemplo (su juego se asemeja mucho) estamos encantados de volver a disfrutar de su mejor versión.
Geyse Ferreira. El hueco que dejó tras su marcha al Benfica fue imposible de llenar durante los dos años que duró su ausencia. Su regreso al Madrid CFF causó impacto desde el principio y es que la carioca es capaz de cruzar el campo entero en cuestión de segundos, llegar hasta línea de fondo y marcar/asistir con una facilidad que da hasta miedo.
Lucía García. La delantera del Athletic lo tiene todo: gol, desequilibrio, velocidad y liderazgo. Hace dos años apuntaba a ser una de las indiscutibles en la Selección pero su progresión se ha visto frenada por la difícil situación del equipo bilbaíno, hasta el punto de haberse quedado fuera de la última convocatoria de Vilda. Su respuesta ha sido un hat-trick ante el Rayo en la pasada jornada. A sus 22 años y con toda una carrera por delante, esperamos lo mejor de ella.
Athenea del Castillo. El revuelo causado por su fichaje por el Deportivo estaba más que justificado. La adaptación de la joven cántabra a la máxima categoría ha sido espectacular, y aunque brilló más la pasada campaña en el equipo revelación del torneo, aún en el actual colista sigue siendo el clavo ardiendo al que se agarra Manu Sánchez para lograr la salvación. Desparpajo a raudales.
Imagen de cabecera: Imago
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