Después de ocupar un papel secundario en todas las finales de Champions League que disputó, Cristiano Ronaldo sueña ahora con su mejor final después de llegar al tramo decisivo de la temporada en un momento ideal.
A sus 32 años, el futbolista del Real Madrid parece empeñado en no dejarse vencer en la batalla contra el tiempo. Su entrenador, Zinedine Zidane, lo convenció de la necesidad de dosificar fuerzas durante todo el curso y el jugador mostró un perfil desconocido de su carácter, la docilidad, para aceptar ese «método científico«. La consecuencia: su equipo tiene al mejor Cristiano posible para la final de la Champions League que jugará el sábado ante la Juventus.
El delantero blanco disputó hasta ahora cuatro finales de la máxima competición continental, con tres títulos, y en todas logró un tenue brillo, pero nunca acaparó el centro de la foto. Se reservó instantes, sólo eso.
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Cristiano Ronaldo ganó su primera final de la Champions League en 2008, cuando vestía los colores del Manchester United. Marcó un gol, pero el partido se fue a la tanda de penales y ahí erró un lanzamiento. Sin embargo, tuvo la fortuna de que John Terry desperdiciara su tiro y la Champions quedó para los «Red Devils».
Al año siguiente, el protagonismo y el título se lo llevó el argentino Lionel Messi, que anotó un gol en la victoria del Barcelona por 2-0 ante el entonces equipo de Alex Ferguson.
Ya con el Real Madrid, disputó dos finales y en ninguna brilló. A ambas llegó en un mal momento físico. No tuvo impacto notorio en ambos triunfos, aunque se reservó pequeños momentos. Así, en 2014 marcó de penal el tanto final del triunfo 4-1 ante el Atlético de Madrid y en 2016 anotó en último lanzamiento de la tanda de penales.
Ahora llega lanzado a la definición. Disputó 45 partidos esta temporada, su menor cifra desde que está en el Real Madrid, producto de la administración de minutos, para un total de 40 tantos. Mucho de ellos fueron decisivos en la conquista del título de la Liga española y en la clasificación para la final de la Liga de Campeones.
Con sus cinco goles en cuartos ante el Bayern y su hat-trick en la ida en semifinales ante el Atlético confirmó su espectacular momento de forma. Nunca llegó tan bien a una final.
«Todos los jugadores han jugado esta temporada, han sido decisiones inteligentes del entrenador. Me siento mejor que en los últimos años. Espero ayudar al equipo con goles el sábado», declaró el martes.
Es un nuevo Cristiano Ronaldo, un jugador que decidió reinventarse esta temporada para desafiar el paso de los años. Ya no es el jugador expansivo de otras épocas, el futbolista que ocupaba todo el frente de ataque y arrollaba defensas con su descomunal potencia. Ahora es un jugador cada vez más concreto, más «9», un delantero que suele utilizar un solo toque para embocar.
«Juego donde creo que debo. En los últimos dos años solía estar cansado cuando llegaba el último tramo de Liga y Liga de Campeones. Así que este año descansé un par de partidos y me siento mucho mejor en esta fase final que en años anteriores», reconoció.
Si las finales se suelen resolver por detalles concretos, el Real Madrid sabe que cuenta con un arma poderosa en Cristiano Ronaldo, un jugador que comienza a medir su impacto no tanto por su influencia en el juego del ataque blanco como por su capacidad para marcar goles importantes en instantes fugaces.
De fondo queda el Balón de Oro: sería el gran favorito si ayuda al Real Madrid a ganar una nueva Champions League.