Nueva temporada en la F1 y mismo panorama para Fernando Alonso. El considerado como piloto más completo parece gafado desde hace años, como si los astros se alinearán para evitar que algún día llegue a ese tan ansiado tercer título.
En 2015 se embarcó en McLaren-Honda porque Ferrari solo se le aseguraba un coche para podio. Alonso apostó por otra escudería histórica y lo que se ha encontrado roza el surrealismo. Trasladando el movimiento al mundo del fútbol, es como si del Real Madrid te marchas al Barcelona y resulta que en vez de luchar por la Liga lo haces por no descender. El mundo al revés. Solo se ha celebrado una carrera, pero ya se habla de que si quiere igualar en el palmarés a su idolatrado Ayrton Senna deberá esperar como mínimo a 2019 y está por ver si con McLaren. Entre tanto, la batalla en cabeza en este 2018 será una entre los componentes de Mercedes, Ferrari y tal vez los de Red Bull, aunque las mejores apuestas mantienen a Lewis Hamilton como el gran favorito para suceder en el palmarés a Nico Rosberg.
La paciencia tiene un límite y la de Alonso se ha agotado porque el asturiano ya no se muerde la lengua a la hora de hablar. «Pocas veces he tenido un coche tan poco competitivo», dijo Alonso tras verse obligado a retirarse del Gran Premio de Australia cuando rodaba en la zona de puntos. Todo un milagro porque su compañero de equipo, Stoffel Vandoorne, terminó último y en la calificación le sacó un segundo.
¿Tendrá un motor Mercedes?
Por heroicidades de este tipo los entendidos consideran al español el más completo de los pilotos y los aficionados le tienen en tan buena estima a su pilotaje. Ya en las vísperas de Melbourne intuía un resultado así de desastroso y cuando la rueda de prensa oficial marchaba por asuntos protocolarios, tomó la palabra para pedir un motor idéntico para toda la parrilla. Pilló a todos de imprevisto y solo reaccionó Hamilton, que mostró su disconformidad ante esta sugerencia a la FIA.
Alonso sabe de sobra que el fallo del bólido está en los motores Honda porque con uno en condiciones estaría para pelear por el podio. De ahí que McLaren le haya dado un ultimátum a su socio y se esté planteando con el Mundial empezado romper relaciones con los japoneses y contratar a Mercedes como suministrador, con todos los gastos que conllevaría para sus inversores. Y es que en estas condiciones no retendrán a Alonso cuando acabe el curso, comentándose en algunos círculos que podría tomarse lo que queda de 2017 de vacaciones. Lo dejó caer su amigo Mark Webber, aunque con contrato en vigor se trata de una medida poco viable. También se ha rumoreado con un posible cambio de equipo, pero lo cierto es que Alonso parece destinado a otra campaña a peregrinar por el desierto y a aspirar como mucho a acabar entre los diez primeros.
Foto vía McLaren-Honda