Todo el mundo habla de Suárez, Messi, Neymar, incluso de Sergi Roberto, que fue el autor del 6-1 que clasificó al FC Barcelona. Pero, para que se diera la posibilidad de llegar a esas alturas de la eliminatoria con opciones de pasar, se tuvieron que producir una serie de acontecimientos que propiciasen ese hecho. Si el resultado de la ida hubiese sido un 7-0 en vez de un 4-0, el 6-1 no habría valido de nada. Si Cavani hubiera anotado el 3-2 cuando tuvo la opción, el gol de Sergi Roberto no habría servido, quizá ni se habría producido. Esto es gracias a un hombre, Marc-André ter Stegen, y la pregunta es: ¿por qué nadie habla de ter Stegen?
Todos conocemos la debacle del FC Barcelona en la ida de los octavos de final de la Champions League en París. En aquel partido del 14 de febrero, los de Luis Enrique fueron incapaces de doblegar a un maravilloso y fortísimo París Saint-Germain. El Barça encajó cuatro goles, pero pudieron ser bastantes más. Esto fue gracias a su portero, ter Stegen. El alemán cuajó un partido espectacular, y eso que encajó cuatro goles de los parisinos. Sin embargo, sus paradas fueron decisivas para que el resultado no fuera más abultado, sobre todo una mano espectacular que mete a un disparo fortísimo de Matuidi. Sin estas paradas, la remontada sería una utopía.
El barcelonismo se llenó de optimismo y fe, y se vieron capaces de consumar una remontada histórica. El pasado miércoles, el Camp Nou estaba lleno hasta la bandera, y en las gradas la ilusión iba en aumento, más después del tempranero gol de Suárez y de llegar con un 2-0 al descanso, un resultado prometedor. En el inicio de la segunda parte los mejores presagios se cumplieron, y Messi ponía el 3-0 en el marcador, parecía que la remontada se había consumado. Pero nada más lejos de la realidad, minutos después, Cavani echó un jarro de agua fría sobre las más de 96.000 personas que llenaban el Camp Nou, era imposible la remontada, por lo menos eso pensaba la mayoría.
Poco después una jugada del PSG heló el corazón de todos los espectadores del Camp Nou, Cavani se plantó solo ante ter Stegen, parecía que iba a ser la puñalada definitiva, pero esto no fue así. El alemán sacó un impresionante pie izquierdo, evitando el gol y dejando un pequeño resquicio de luz en aquel infierno. Después apareció Neymar, y con su magia hizo soñar a los ‘culés’. Pero el partido agonizaba, el Barcelona necesitaba un solo gol y allí iba ter Stegen, a buscar ese gol que le convirtiese en leyenda. Pero no fue él, fue su compañero Sergi Roberto, quien metió el gol que llenó de emoción a todos los barcelonistas.
Pocos recuerdan, que la falta que da origen al segundo gol la provoca un futbolista inesperado en el centro del campo, ¿saben quién? En efecto, ter Stegen, que después de un fallo de Arda Turan, hace un portentoso sprint para recuperar el balón y evitar la sentencia. Ahí, Verratti comete la imprudencia, zancadillea al alemán, falta para el Barcelona, el resto de la historia ya la conocemos. El Barcelona se clasificó y todos los elogios iban para Neymar y para Sergi Roberto. No lo olvidemos, sin sus paradas prodigiosas en el Parque de los Príncipes, sin su pie milagroso frente a Cavani, y sin su sprint a la desesperada, no habría remontada. Porque los héroes silenciosos también juegan, y, ter Stegen, fue fundamental.