Hay que vivir dentro de una cueva para no saberlo, y aún así, me parecería difícil. Sí, el sábado se juega el Clásico de la liga española. FC Barcelona y Real Madrid medirán sus fuerzas en el Camp Nou. Hay cientos de formas de analizar un partido como éste, desde el nivel con el que llegan, la profundidad de banquillo, el estado de los jugadores estrella, etc. Pero me quiero fijar en uno diferente, más centrado en los cambios de modelo que están produciéndose en ambos clubes. El peso de la cantera.
En los últimos años, los de los grandes éxitos deportivos del Barcelona, se ha alabado su política de cantera. Muchos jugadores con talento de las categorías inferiores tenían su oportunidad, siempre y cuando se la ganaran. O, si bien no, tenían la opción de demostrar su nivel fuera, para algún día poder regresar. Fue el caso de Gerard Piqué, Cesc Fàbregas o Denis Suárez ahora. E incluso podemos encajar a Rafinha en este grupo. Fuera, estos jugadores se curtían y adquirían la experiencia necesaria para acabar de crecer.
Pero en los últimos años esta tendencia parece haber cambiado. El nivel de la plantilla del Barça es muy alto, con lo que la exigencia y la presión son mayores. Las oportunidades escasean y eso hace difícil la entrada de jóvenes, que ven como única opción la salida. Además, la necesidad del club de luchar por todo, provoca que se trate de buscar un rendimiento más inmediato, con lo que hace más difícil poder contar con jugadores en formación. Fue el caso de Thiago Alcántara, o el vivido este mismo verano por Marc Bartra, Munir El Haddadi o Sandro Ramírez.
Una cantera que hace las maletas | Getty
El primero estaba llamado a ser el sucesor del estilo del centro del campo, pero la falta de oportunidades y su deseo de crecer hicieron que saliera rumbo al Bayern de Munich, donde es importante. Bartra llevaba varias temporadas buscando hacerse un hueco, hasta que finalmente vio que no contaba demasiado para Luis Enrique y decidió salir. Munir entró en la operación Alcácer, pese a la buena pretemporada, porque no acababa de convencer. Misma razón por la que Sandro también marchó libre.
Pero hay más casos como estos: Gerard Deulofeu, Adama Traore, Alejandro Grimaldo, Marc Muniesa, Dongou, Cristian Tello o Martín Montoya. En mayor o menor medida, estos jugadores tienen oportunidades en sus equipos. Algunos son importantes, como Deulofeu o Grimaldo (que puede acabar en el City de Guardiola) y otros comienzan a ganarse un puesto como Adama o Muniesa. El caso, sin embargo, es que muchos simpatizantes del club catalán no están de acuerdo con estos cambios. Aseguran que “corrompen la fórmula del éxito en la que se basó el club”. Afirman que en lugar de confiar en la cantera, se busca talento fuera que luego no da resultado. Y no sienten la institución de la misma forma que los canteranos.
Pero lo que llama la atención es, al mismo tiempo, el cambio que está produciéndose en el Real Madrid. El conjunto blanco había sido criticado desde varios sectores por ser un club comprador, en lugar de apostar por la Fábrica. Se afirmaba que la entidad dejaba salir a talentos como José Manuel Jurado, Roberto Soldado, Álvaro Negredo o Juan Mata, para poder traer otro tipo de futbolistas con más nombre. Sin embargo, desde hace un tiempo, el modelo ha cambiado. Se trata de apostar más por el talento de la casa, o bien por jóvenes promesas, previo paso de una cesión o venta. Es decir, el Real Madrid está utilizando con sus jugadores lo que en su día hizo el Barcelona con algunos suyos.
Ahí están los casos de Lucas Vázquez, que pasó por el RCD Espanyol; Casemiro que estuvo en el FC Porto; o bien Álvaro Morata, al que se hizo regresar este verano procedente de la Juventus. Marco Asensio o Jesús Vallejo no son canteranos del Real Madrid, pero han pasado por un proceso similar. El jugador balear fue cedido al Espanyol, donde se ganó el puesto a continuar en el conjunto blanco. El central, por su parte, se está haciendo un nombre en el Eintracht Frankfurt. El siguiente en poder vivir esta experiencia puede ser Mariano, ya que tiene diversas novias para salir cedido. El punta ha demostrado potencial y quiere ganarse un sitio en el Madrid del futuro. E incluso Enzo Zidane u Odegaard podrían vivir esta experiencia también.