China y Qatar son hoy en día dos de los países que mejor se mueven en las esferas políticas del deporte. Sin embargo, sus selecciones de fútbol viven una realidad muy distinta: hoy empataron 0-0 y el sueño de clasificarse al Mundial de Rusia 2018 quedó prácticamente desvanecido.
El duelo en el estadio de la ciudad china de Kunming acabó sin goles y enterró las posibilidades de ambas selecciones. Disputadas cinco de las diez jornadas de la clasificación, China está última del Grupo A con dos puntos, mientras que Qatar es penúltima con cuatro unidades.
China y Qatar serán escenario de las competiciones deportivas más importantes de 2022: Pekín será la primera ciudad en albergar los Juegos Olímpicos de Invierno tras haber sido sede de los de Verano y meses después el Mundial de fútbol viajará al pequeño estado del Golfo Pérsico, un país que sueña con organizar un día el evento de los anillos.
«Depende de Qatar. Yo puedo imaginarme que Qatar un día sea candidato a la organización de los Juegos Olímpicos«, dijo hoy el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, en Doha.
Marcello Lippi, entrenador de la selección de China | Getty
Pero a pesar de su poder en las altas esferas del deporte, el Mundial de Rusia 2018 se aleja cada vez más para China y Qatar.
Actualmente ocupan las plazas 84 y 91, respectivamente, del ranking mundial de la FIFA, y apenas tienen protagonismo en el fútbol asiático. Mientras Qatar está concentrando sus esfuerzos en llegar con un equipo competitivo a 2022, a China no le están dando resultados sus ambiciosos proyectos.
El jefe del Estado, Zi Jinping, un gran aficionado al fútbol, sueña con ver a su país ganando un Mundial. Por ello, las escuelas infantiles proliferaron por todo el país en los últimos años. Pero el tamaño de la ambición es inversamente proporcional al entusiasmo de la gente.
Tras la derrota por 1-0 ante Siria a principios de octubre, cientos de aficionados pidieron en el estadio la dimisión del presidente de la federación nacional, Cai Zhenhua. «Nuestra selección jugó peor que cualquier equipo amateur», indicó el comentarista de televisión Dong Lu.
Los equipos de la Liga china cada vez se gastan más dinero en millonarios fichajes, pero la selección sigue sin alcanzar la fase final de un Mundial desde 2002, cuando participó por última vez. El balance fue de cero goles a favor y cero puntos.
Marcello Lippi, actual seleccionador de China, ganó en 2006 el Mundial de Alemania con Italia y diez años antes, en 1996, conquistó la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental en el banquillo de la Juventus de Turín. Clasificar a China al próximo Mundial parece sin embargo el reto más difícil en la carrera del italiano de 68 años.
«No sé si conseguiremos este milagro, pero lo vamos a intentar con todas nuestras fuerzas», señaló al hacerse cargo hace menos de cuatro semanas. «No hay nada imposible».