El Newcastle United dio un paso crucial hacia la clasificación para la próxima edición de la UEFA Champions League tras imponerse por 2-0 al Chelsea en St. James’ Park. El actual campeón de la Carabao Cup, que llegaba igualado a puntos con los “blues” en la tabla, rompieron la paridad con un triunfo sólido y oportunista ante un rival que terminó el partido con diez jugadores. El momento de sumar estos tres puntos es vital para el equipo. El sueño europeo ya no son solo imaginaciones.
El inicio fue fulgurante. Apenas transcurridos dos minutos, el conjunto dirigido por Eddie Howe impuso su presión alta con éxito. Sandro Tonali aprovechó un mal pase de Roméo Lavia y culminó una jugada colectiva que él mismo había iniciado para poner el 1-0. El tanto desató la euforia en un St. James’ Park que empujó desde el primer instante.
La situación se tornó aún más favorable para los locales en el minuto 35, cuando Nicolas Jackson fue expulsado tras propinar un codazo a Sven Botman. Aunque el Chelsea reaccionó con carácter tras el descanso, las ocasiones de Cucurella y Enzo Fernández fueron bien resueltas por un seguro Nick Pope.
El Newcastle, que llegó a sufrir durante varios tramos del segundo tiempo, selló la victoria en el tramo final. Bruno Guimarães, figura habitual del mediocampo, firmó el 2-0 en el 90’ con un disparo que se desvió ligeramente en Reece James antes de batir a Robert Sánchez. El tanto confirmó la superioridad de un equipo que, pese a sus bajas y ajustes tácticos, supo responder de forma sólida y eficaz. Fue justicia, fue alivio, fue la señal de que Newcastle está listo para volver a las noches grandes de Europa.
Con este resultado, el Newcastle escala provisionalmente al tercer puesto de la Premier y toma tres puntos de ventaja sobre el Chelsea. A falta de dos jornadas, el cuadro de Howe depende de sí mismo para regresar a la máxima competición europea. Los londinenses, por su parte, ven complicarse su panorama, especialmente sin su referente ofensivo, Jackson, suspendido para los dos últimos encuentros.
