Correr para salvar a un pueblo, esa fue la tarea encomendada a un joven ateniense llamado Filípides. Según cuenta la historia, el ejército persa desembarcó en la ciudad griega de Maratón con la intención de llevar a cabo la invasión de la Antigua Grecia, un plan que tan solo podía ser desbaratado si la llegada de refuerzos obligaba a las tropas enemigas a recular.
Milcíades, dirigente ateniense, era plenamente consciente de que la única posibilidad de salvación del pueblo griego pasaba inexorablemente por convencer a los espartanos para que tomaran parte en la batalla frente a los persas, de manera que envió a su mejor mensajero con el reto de recorrer los 246 kilómetros que separaban Atenas de Esparta en el menor tiempo posible. Filípides logró recorrer dicha distancia en tan solo dos días, siendo considerado en la actualidad como la figura en la que se inspiró la especialidad de maratón.
En 1983 se creó una prueba atlética bautizada con el nombre de Spartathlon, una exigente carrera que intentaba emular la gesta de Filípides recorriendo los 246 kilómetros que separaban Atenas de Esparta. A lo largo del recorrido los corredores debían pasar por un total de 75 puntos de control, cada uno de ellos con un horario de cierre, quedando automáticamente eliminados si no eran capaces de alcanzarlos antes de que el cronómetro marcara la hora fijada. La carrera tuvo su primer vencedor, inscrito a última hora debido a su condición de atleta local, el griego Yiannis Kouros firmó una marca estratosférica que permanece imbatida a día de hoy; 20 horas y 25 minutos.
Nacido en la ciudad griega de Trípoli un 13 de febrero de 1956 Yiannis Kouros está considerado por muchos como el padre de las ultramaratones. A la edad de 12 años demostró interés por la poesía y la música, demorando su vocación atlética hasta los 16, momento en que comenzó a construir la leyenda del mejor ultrafondista de todos los tiempos. Mejoró sus marcas año tras año en la prueba de maratón, decidiendo explorar su fortaleza pasando a disputar carreras de mayor exigencia física.
Tras darse a conocer con su victoria en la primera edición de la Spartathlon, Kouros no dejó de sumar triunfos en pruebas donde la dureza y la exigencia física eran la tónica predominante. En 1984 el corredor griego participó en una carrera inédita hasta la fecha organizada en Austria, un recorrido con un total de 320 kilómetros divididos en tres etapas de 114, 122 y 84 kilómetros respectivamente, una auténtica locura en la que Kouros volvió a sumar un triunfo obteniendo un tiempo final combinado por debajo de las 24 horas (23h 16m 15s).
Lejos de poner fin a su afán de superación, el sucesor de Filípides decidió continuar poniendo a prueba su resistencia en 1985, con su participación en todo un desafío atlético que constaba en recorrer los 975 kilómetros que separan Sidney de Melbourne en el menor tiempo posible. Tras 5 días, 5 horas y 7 minutos de competición Kouros se alzó con la victoria, una proeza que igualaría en las siguientes cuatro ediciones logrando su mejor tiempo en 1989 (5 días, 2 horas y 27 minutos).
A lo largo de su carrera logró la desmesurada cifra de 134 records mundiales, algunos tan reseñables como el de mayor distancia recorrida en 24 horas (303,506 Km), el de las 1,000 millas ( 10 días, 10 horas, 30 minutos, 35 segundos) o el de seis días corriendo ( 1,023,2 Km).
Instalado en Australia desde 1990 Yiannis Kouros demostró su versatilidad en múltiples facetas, publicando una colección de poemas personales titulado “Symblegmata”, además del libro “The Six-Day Run of the Century”, consiguiendo que sus metas fueras más allá de la mera superación física.
En el año 2000 ya había logrado la victoria en 53 ultramaratones. A pesar de su exilio recibió incontables menciones por parte de su país de origen, donde siempre se le emparentó con su compatriota Filípides, logrando además que la prestigiosa revista Runner’s World lo encumbrase como séptimo mejor corredor del milenio y mejor ultramaratonista de todos los tiempos.
Con la particularidad añadida de dormir tan solo tres horas diarias, Yiannis Kouros vive a día de hoy entregado a sus pasiones; el deporte, la poesía y la música. Ejemplo de fortaleza mental describe en su libro cómo es capaz de convencer a su cuerpo de que es posible seguir corriendo cuando el agotamiento comienza a hacer mella: “Cuando otras personas están cansadas se detienen, yo no. Yo controlo mi cuerpo con mi mente y le digo que no está cansado y me escucha”, algo que probablemente utilizó su antecesor Filípides en su carrera hacía Esparta, en busca de una salvación para el pueblo griego que lo convertiría en el primer ultra-maratoniano de la historia.
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