El piloto catalán Álex Palou ha firmado una página dorada en la historia del automovilismo al convertirse este domingo en el primer español que conquista las legendarias 500 Millas de Indianápolis, una de las pruebas más prestigiosas y exigentes del mundo del motor.
Palou, de 28 años y tres veces campeón de la IndyCar, logró el ansiado triunfo en el mítico óvalo estadounidense tras una carrera magistral, repleta de tensión y estrategia. Partiendo desde la sexta posición, el piloto de Chip Ganassi Racing supo navegar entre los múltiples incidentes de la primera mitad de la prueba y gestionar a la perfección los momentos decisivos, especialmente en las últimas vueltas, cuando arrebató el liderato a Marcus Ericsson y resistió la presión del sueco hasta cruzar la meta en primer lugar.
La carrera, que celebraba su 109ª edición, fue especialmente accidentada en su inicio, con salidas de pista y varios incidentes que obligaron a la aparición del coche de seguridad en varias ocasiones. Palou, sin embargo, mantuvo la calma y ejecutó una estrategia impecable, ahorrando combustible y aprovechando el rebufo en los momentos clave, tal y como han hecho los grandes campeones de la prueba en el pasado.
Un hito para el deporte español
La victoria de Palou supone un antes y un después para el automovilismo español, que nunca antes había visto a uno de sus pilotos levantar el mítico trofeo Borg Warner. Tras varios intentos fallidos de otros compatriotas como Oriol Servià o Fernando Alonso, el barcelonés ha logrado inscribir su nombre en la lista de ganadores de la considerada «mejor carrera del mundo», un logro que le consagra como uno de los grandes referentes del deporte nacional y mundial.
Temporada legendaria
Este triunfo en Indianápolis es el quinto de Palou en las seis primeras carreras de la temporada 2025 de IndyCar, consolidando su liderato en el campeonato y acercándose a su cuarto título, lo que subraya el dominio y la regularidad del piloto catalán en la élite del automovilismo estadounidense.
Con esta victoria, Álex Palou no solo entra en la historia de la IndyCar y del deporte español, sino que se convierte en un referente global, capaz de dominar en circuitos y óvalos, y de superar a los mejores pilotos del mundo en el escenario más exigente.
