La Premier League ha cambiado demasiado a un año a vista. La temporada pasada, el ritmo de competición que imprimió el Chelsea a la competición hizo que las ventajas del cuadro de Mourinho se dispararán durante la primera vuelta de competición.
En la presente temporada está ocurriendo todo lo contrario. Desde el sorprendente líder, el Leicester City, que apenas ha concedido una derrota en las 13 jornadas de competición. Camuflado desde el orden táctico de Ranieri y desde el triángulo ofensivo Okazaki-Mahrez-Vardy se ha convertido en la revelación pasado ya el tercer tercio de competición. ¿Podemos considerar al Leicester candidato para el título? Quizás sea demasiado osado siquiera plantear esta cuestión pero aún no ha habido ningún clásico candidato que haya mostrado una línea regular de juego y resultados. Los foxes tendrán que luchar con estos cuatro candidatos para realizar uno de los milagros futbolísticos de toda la historia.
El Manchester City, por inversión durante el periodo de verano, debe ser el principal candidato para ganar la Premier League. Las incorporaciones de Delph, Sterling, Otamendi y De Bruyne le han dado profundidad y calidad a todas las líneas del equipo skyblue. Pellegrini sigue gestionando un grupo mas propio de los videojuegos por la cantidad de talento en su plantilla. A pesar de las múltiples variantes, el equipo de Manchester sigue sufriendo para manejar los partidos y las múltiples lesiones que está teniendo de jugadores clave como Agüero, Silva, Nasri, Kompany o Hart, está debilitando a un grupo llamado a mandar en Inglaterra y en Europa. Al menos han conseguido pasar la fase de grupos a pesar de caer derrotado en dos ocasiones por la Juventus, actual subcampeón de Europa.
El preparador Louis Van Gaal sigue con su periodo de adaptación del nuevo Manchester United, la afición ya ha comenzado a atacar los planteamientos del holandés criticandolos de poco ofensivos. Y es que sí, el Manchester United ha ganado en manejo y posesión del balón, pero el desborde de acciones individuales y la generación de situaciones ofensivas ha disminuido, sus partidos se atascan demasiado cuando el otro equipo pone dos líneas ordenadas por detrás de la zona de acción del balón, y el United no tiene un perfil de jugador que pueda desbordar con regate y velocidad. Si el equipo de Van Gaal quiere ser candidato real al triunfo final, deberá encontrar soluciones urgentes para paliar este déficit en su juego. Mientras soluciona los encuentros, el equipo sigue ganando por la mínima muchos de sus encuentros, aunque en Champions tiene una final en Wolfsburgo para intentar clasificarse a los 1/8 de final.
Otro de los conjuntos que se está jugando su vida en Europa es el Arsenal, tras un inicio lamentable de competición, llega con vida a la última jornada, donde una victoria en El Pireo le clasificaría para la siguiente ronda. En Premier League el equipo cosechó una gran racha de victorias consecutivas, cinco, hasta su empate en el derbi del norte de Londres frente al Tottenham. La derrota la semana pasada en las Midlands ante el WBA privó a los de Wenger de ocupar la primera posición. El resurgir goleador de Giroud y el liderazgo de Özil son los dos puntos en los que se está basando la buena actuación del Arsenal, que parece (por fin) que puede luchar por la Premier League hasta el final de la temporada.
Un candidato al que pocos esperaban pero que hay que contar con él para la lucha por el título es el Tottenham Hotspur. El buen hacer de Pochettino se está haciendo notar en su segunda campaña al frente de los Spurs. ¿Por qué el Tottenham ha cambiado tanto en una temporada? Tácticamente, el equipo ha variado su medio centro titular, la reconversión de Eric Dier a pivote central, junto a la llegada de Alli ha dado al equipo más fuerza y empuje, lo que se ha traducido en una intensa presión y una mayor capacidad para el robo y contraataque. El coreano Son, de momento está teniendo un papel secundario tras el buen rendimiento ofrecido por Eriksen y Lamela. Y arriba, Harry Kane, tras un frío inicio de campaña, el bombardero inglés ya ha engrasado su mira para perforar las porterías de la Premier League. El gran ambiente en el vestuario, libre de jugadores de dudoso compromiso como Soldado, Paulinho o Capoue, ha sido fundamental para que la idea de Pochettino cale en un vestuario acostumbrado a los continuos fracasos.