El partido en Almería estuvo en las botas de Verza y en las manos de Casillas. Hay equipos que se recuperan mejor de los golpes que otros, suele coincidir con la grandeza del club, y al Almería las fuerzas se le agotaron en la estirada de Iker. Después resolvieron el partido las individualidades, que el Real Madrid tiene como Plan B. Hace algunas temporadas, era un recurso habitual: partido descontrolado y a confiar en la varita de los hombres de arriba (BBC). Hoy parece que es una opción, cuando los partidos se afean y el rival empuja.
La BBC hiperactiva
Hay un patrón que en los últimos partidos del Real Madrid se repite. Las posiciones de Bale, Benzema y Cristiano son orientativas. Sirven para sacar en pantalla la alineación con un cierto orden y para iniciar el partido con una disposición coherente. Con el pitido inicial, la movilidad del trío es constante. No hay peor noticia para un central que defender a uno o varios delanteros con movilidad. Eso requiere una coordinación milimétrica entre la defensa y el mediocentro. No tener una marca fija para un defensa significa que entre líneas hay jugadores que cambian de posición y que pueden aparecer en varios sitios dentro de una misma jugada. Contra el Almería, la BBC, Isco y en ocasiones Toni Kroos se movieron con dinamismo en la línea horizontal a la portería. Casi imposible defender esta circunstancia con eficacia durante todo el partido.
En los goles, de hecho, Isco aparece por la banda izquierda, Bale remata en el área un centro de Kroos desde la derecha y Cristiano hace su doblete con un pase de la muerte de Benzema, el teórico “9” del equipo asistiendo desde la banda izquierda, y de nuevo apareciendo por el centro y marcando a pase de Carvajal. Movilidad constante, peligro asegurado. Quien no perdió su posición fue Illarramendi, poco dado a las aventuras y con la orden de no permitir que el equipo se rompa. Como todo en la vida, parece que el momento de ascensión y estabilidad del vasco será cortado con la recuperación de James, quizás en una hipotética final en el Mundialito. Los millones pesan y las matemáticas no fallan: 40 siempre será menos que 70.
Solidez defensiva
El Almería puso a prueba otro de los bloques más sólidos del Madrid: la defensa. Hemed, Soriano y Verza fueron los faros de un Almería que se atrevió en ataque, que consiguió empatar el partido y que a punto estuvo de repetir la proeza desde el punto de penalti. No fue una valentía estéril, porque obligaron a Pepe y a Varane, titular por la sanción de Ramos, a demostrar el fiable fondo de armario del Madrid. Pepe firmó un partido brillante, implacable en defensa y colaborador en ataque, y Varane volvió a completar un partido sobrio, con la difícil misión de medirse con Hemed por arriba.
El Madrid tiene la seguridad de que las rotaciones en defensa no trastocan ningún plan. Ni siquiera con Nacho, menos habitual aún que Varane. Además coincide con un momento brillante de Marcelo, jugador que no agrada a Dunga pero activa a sus compañeros, en ataque y en defensa, en el barro y en la cocina.
Las 20 victorias seguidas, a “solo” cuatro del récord de Curitiba, harán perder la verdadera perspectiva del partido y del Madrid. De momento, el conjunto de Ancelotti ha perdido la frescura sinfónica de sus violines, pero las lanzas y los escudos siguen en pie. La esencia del fútbol son los goles, y el Madrid tiene excedente.
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