Uno fue, en su época, el máximo goleador histórico de la Bundesliga y uno de los grandes delanteros de la historia. El otro es el máximo goleador ‘no alemán’ de la competición y uno de los grandes delanteros de la última década. Mismo dorsal y mismo escudo, pero tiempos diferentes. Para la posteridad había quedado aquel récord de Gerd Müller, que se hizo con la Bota de Oro europea tras anotar 40 goles. Con el paso del tiempo se pensaba que el récord iba a tardar muchos años en ser superado. Y así fue.
Fueron pasando los años y esa cifra se veía cada vez más complicada de igualar o superar. Era una utopía. Hasta ahí llegó ‘Torpedo’ porque no había un depredador del área como él y, además, ese escudo le facilitaba las cosas. Müller era un bávaro fichado por el club más grande de Baviera y Alemania entera, para aportar el tesoro más preciado que ansía todo delantero, el gol. Y nunca defraudó. Fue máximo goleador de la Bundesliga hasta en siete ocasiones, parte importante de la selección para la conquista del Mundial y la Eurocopa. Un hombre reconocido y adorado por todos.
Con el paso del tiempo no había nadie que se atreviera a toserle. Tarde o temprano iba a acabar cayendo ese récord, pero quedó vigente durante 49 años, al menos, en solitario. Tras el intento fallido de Lewandowski la pasada temporada, en la actual el polaco ha conseguido la cifra mágica de los 40. Y eso, que en el último tramo de la competición se perdió bastantes partidos por una lesión sufrida en un duelo entre las selecciones de Polonia y Andorra, algo que, como era lógico, dolió mucho, puesto que la lesión obligó a Lewy a perderse la parte importante de la temporada: el duelo ante el RB Leipzig en Bundesliga, con el liderato en juego; y la eliminatoria de Champions League contra el París Saint Germain. Analizándolo a posteriori, tal vez con Lewandowski sobre el campo la partida ante los parisinos hubiera tomado otro camino, pero eso ya no se podrá saber.
Aunque fue muy importante el récord de Gerd Müller y que Robert Lewandowski lo igualara, lo emocional nos lleva por otro camino. Desde hace años se sabe que Müller padece Alzheimer y vive postrado en una cama, dejando pasar el tiempo. El recuerdo se esfumó para él. Ese y todos los que pudo construir. Los títulos del club, de la selección, los individuales… Es muy duro acabar tu vida y no recordar tú mismo quién eres, ni todo lo que has conseguido. Tiene que ser complicado afrontar algo así, pero aunque Müller pierda su memoria, lo que no se perderán serán sus éxitos, puesto que quedan grabados para siempre en la historia del fútbol. ‘Torpedo’ Müller se irá algún día, pero su leyenda se quedará. Robert Lewandowski lo dejó claro en la celebración de su 40° gol. Él lo había marcado, pero el protagonista era el otro. Un homenaje para aquel que no puede recordar.
Así de cruel es la situación. Tenerlo todo y perderlo poco a poco, sin poder remediarlo. Un ladrón que saquea ese cofre (memoria) y roba el tesoro (recuerdos) hasta dejarlo vacío. El culpable de que Gerd Müller no pueda recordar que hubo un día en el que hizo historia y ahora otro ha sido capaz de igualarle. Esto no va de números, sino de emociones. El club más grande de Alemania y los delanteros más grandes de su historia cierran el círculo, pero no se olvidan.
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