«Cuando veo su
evolución, me digo que tiene todo para convertirse en el mejor del planeta en
su puesto. Está claro que no he visto muchos goleadores como él”. Eran las
palabras de Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, tras la goleada (3-0)
de su equipo en el debut ante Panamá. En una primera parte donde los suyos
pecaron de ritmo lento y falta de ambición, todo se aceleró tras el descanso,
cuando Mertens hizo el primero con un golazo. Entonces, en apenas cinco
minutos, apareció el pichichi del Mundial.
Romelu Lukaku convirtió
el 2-0 con un remate de cabeza a centro de De Bruyne, pero fue en el tercero
donde demostró su talla. Contraataque de vértigo, desmarque sensacional y
definición brillante cuando el portero ya le pisaba los pies. Un gran gol que prácticamente
calcó ante Túnez, donde hizo otro doblete y empató a Cristiano como máximo
goleador en el torneo.
Nadie había firmado
dobletes en partidos consecutivos de un Mundial desde 1986, cuando lo hizo
un tal Diego Armando Maradona. Además, con los tres que hizo en Brasil ya suma
siete en el torneo, superando a Jan Ceulemans, que jugó los Mundiales de
España’82, México’86 e Italia’90 y marcó seis goles, hasta ahora el belga que
más tantos había firmado en una fase final.
Suena paradójico que
Lukaku haya hecho historia con Bélgica, un país que en ocasiones le ha
criticado por falta de gol o por su corpulencia. Cuando todo salía bien, era
Romelu Lukaku, el atacante belga; pero cuando todo salía mal, me llamaban
Romelu Lukaku, el atacante belga de origen congoleño», contó en The
Players Tribune. “Que no les guste mi forma de jugar, está bien. Pero nací
aquí. Crecí en Amberes, Lieja y Bruselas. Soñaba con jugar en el Anderlecht.
Soy belga».
No ha sido ésta la mejor
temporada del delantero del Manchester United, fichado por 85 millones en
verano de 2017 y anotador de 16 goles en Premier League, la mitad que los de
Salah o lejos de los anotados por Kane (30) o Agüero (21). Sin embargo, es en
la selección belga, de la mano de su valedor Roberto Martínez (sacó su mejor
rendimiento en el Everton) donde está respondiendo sobremanera. Ha pasado de
sumar 17 tantos en toda su trayectoria en la selección a alcanzar los 40 en
apenas dos años.
A Rusia ha llegado en un
estado de forma espectacular: 19 goles en los últimos 11 partidos. Motivadísimo
porque le dirige el entrenador que recondujo su carrera, y uno de sus ídolos,
Thierry Henry. Y sabedor de que sus compañeros le buscan, juegan para él,
porque ataca los espacios como ninguno. Los Diablos Rojos cuentan con un
portero de prestigio, una defensa sólida, un centro del campo de calidad,
mediapuntas de primer nivel y un tanque en racha. Bélgica no es candidata, es
candidatísima.
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