Portugal. Playas de Nazaré. 2 grupos. 6 equipos. 3 días de competición. Sol. Arena. Calor. Bullicio. Una pasión compartida: fútbol playa. Un torneo de categoría internacional: Women’s Euro Beach Soccer Cup 2018. Pies descalzos sobre la arena moviéndose al vertiginoso ritmo de la música que acompaña cada partido, cada descanso y cada segundo de este gran campeonato europeo. Una cita a la que nuestra selección femenina española no ha querido faltar. Un torneo que nuestro combinado nacional salda con un subcampeonato y unas grandes sensaciones de cara al futuro.
El vendaval español hizo acto de presencia en tierras portuguesas. Por un lado, las playas de la localidad de Nazaré fueron testigos de la supremacía del conjunto masculino español, el cual se coronó campeón del torneo tras derrotar a la anfitriona, Portugal, por 4-5 (gol de chilena de Llorenç en la prórroga). Por otro, pudimos disfrutar del gran juego del conjunto femenino, el cual demostró ser un equipo bien plantado sobre el terreno de juego, con las ideas claras, con una excelente figura en la portería y con un inquietante hambre de gol que les permitió brillar a lo largo de todo el torneo.
Las pupilas del recién llegado Christian Méndez se convirtieron en una auténtica tormenta de arena para Inglaterra y República Checa (rivales en el Grupo A), a las que golearon sin piedad. 8-0 ante las checas en el debut matinal de las españolas en esta tercera edición del torneo para, a continuación, endosarle un 4-0 a Inglaterra en la sesión de tarde. Con 6 puntos (3 para las inglesas y 0 para el conjunto checo) y grandes expectativas de cara a la siguiente fase, las nuestras lograron la clasificación para una final en la que ya esperaba la debutante Rusia. Un equipo que, al igual que las españolas, pasaría la fase de grupos sin conocer la derrota.
Y así, invictas, cerraron su debut en las playas de Nazaré las jugadoras rusas que, tras un trepidante duelo final, derrotaron a las españolas por 2-0 (Cherniakova 29’ y Fedorova 34’). Sabor agridulce, pues, el que deja esta cita en los labios de las jugadoras de la selección española que, fuera de toda duda, desarrollaron un torneo impecable. Soñaban con el oro y, ciertamente, tras las actuaciones mostradas en los encuentros de la fase de grupos, casi lo saboreaban. Sin embargo, se encontraron con el sólido muro ruso que no les permitió repetir la gesta lograda en la edición inaugural de 2016, en la que se alzaron campeonas tras derrotar por 2-1 a Suiza en la final.
No sólo el subcampeonato logrado por el equipo formará parte del intachable curriculum de la selección española. A título individual, María José Pons, la guardameta titular de nuestro combinado, fue nombrada mejor portera del torneo. Y es que, gran parte del éxito de esta selección a lo largo de la competición ha residido en la actuación de la meta catalana, la cual logró mantener el casillero español a cero durante toda la fase de grupos. Méritos individuales, logros grupales. El combinado nacional muestra carácter, raza y juego, mucho juego en equipo. La tormenta de arena española vuelve a casa con un subcampeonato bajo el brazo y con deseos de revancha y de llevarse a cualquier equipo por delante en la próxima cita bajo el sol.
You must be logged in to post a comment Login