Existen las películas basadas en hechos reales. También son conocidas las series de televisión que evocan a personas reales. Elijo la segunda. Y quiero profundizar en este tema. Hablemos de esa serie de gángsteres anglosajones ambientada en los años 20 de la Inglaterra industrial. Y ustedes dirán, ¿a qué le evoca esto? Pues a mí, esos tres hermanos, con características diferentes pero con un objetivo común, me recuerdan a la MSN.
Arthur Shelby. La mano bruta de los tres, el que hace el trabajo sucio pero no menos importante. La persona que finaliza los trabajos que los otros dos hermanos planean. Parece que no sabe muy bien de que va este juego, pero cuanto más despistado parece, más listo es en realidad. Si Arthur Shelby jugara al fútbol, estoy seguro que tendría como referencia al uruguayo Luis Suárez.
John Shelby. El más joven de los tres. El que menos experiencia tiene en este tipo de batallas y, al que sin ninguna duda, los años harán moverse mejor entre tanta maleza. Tiene ese hándicap. Pero está hecho de otra pasta, es más temperamental que sus hermanos y quizá sea esa inexperiencia la clave para que se desenvuelva tan bien. Con otra forma de ver la vida, que no guste a todos pero en al que confían todo el futuro. El más joven, el futuro, juega con otras cartas diferentes al resto…si con esto, no se te viene a la mente Neymar, no sé qué lo hará.
Thomas Shelby. Como diría Guardiola, el puto jefe de este juego. Sin él, todo esto no sería ni la quinta parte de lo que verdaderamente es. Sus seres cercanos le adoran por lo que ha conseguido, y sus enemigos le respetan por lo que les ha privado a ellos de lograr. Es la persona a quien todos recurren cuando ninguno de los demás saben o puede resolver el inconveniente. Sin ninguna duda, y sin ningún calificativo que engrandezca más a la persona, es lógico comparar a Thomas Shelby con D10S o, como lo conocen vulgarmente en el mundo del fútbol, Lionel Messi.
Ni Steven Knight creó esta serie basándose en la MSN, ni estos tres fenómenos siembran el terror por las calles de Barcelona. Aunque, analizándolo detalladamente, sí que hay similitudes entre los personajes. Y ahora, para acabar este artículo, me pongo de pie y cierro los ojos, soñando que la próxima vez que estos tres futbolistas se pongan manos a la obra hagan ganar al Barça un trofeo. Cuando Messi irrumpa en medio de la celebración para coger el micro ante todo el mundo y con el respaldo de sus dos hermanos, dirá: “By the Order of The Peaky Blinders”.