Toda la Fórmula 1 lleva varios años con los ojos puestos en 2021. La nueva normativa que se iba a introducir hacía que toda la competición mirase con ilusión a esta temporada. Muchos, entre ellos yo, perdimos la ilusión al saber que el cambio normativo se retrasaba hasta 2022. Otro año más con el mismo dominio de Mercedes hizo que el 2021 pasase, antes de comenzar el campeonato, de muy ilusionante a gran decepción. Pero, poco a poco, todos hemos ido recuperando esta ilusión perdida.
La gran cantidad de movimientos en la parrilla ha hecho que muchos esperemos el inicio de la temporada con gran expectación. Ha habido cambios de todos los colores y todos ellos muy ilusionantes.
Desde mi punto de vista, los españoles somos los que mejor parados hemos salido en esta revolución en la Fórmula 1. Tener a Fernando Alonso de vuelta en Renault y a Carlos Sainz en Ferrari, el equipo más laureado de la historia de la categoría, hace que el año pueda darnos muchas alegrías.
En primer lugar, el regreso de Fernando Alonso siempre es una buena noticia. Vuelve uno de los mejores pilotos del siglo XXI y eso es bueno para el espectáculo. Además, regresa al equipo con el que consiguió sus dos campeonatos. La línea ascendente de Renault en las últimas temporadas es motivo de ilusión, pero que el optimismo no nuble la realidad. En 2021, con suerte, le veremos luchar por algunos podios. No más.
La situación de Carlos Sainz es algo más incierta. Llega a Ferrari, un equipo que ha podido luchar por el título en 2017 y 2018, pero que en 2020 ha firmado uno de los peores años de su historia. Pilotar para los italianos siempre es algo bueno. En Maranello confían en recuperar el nivel perdido durante el pasado año. Si es así, podremos ver al madrileño con cierta frecuencia en el podio e incluso luchar por alguna victoria.
No solo los españoles son motivo de ilusión en esta cambiada parrilla. Al otro lado del charco, más concretamente en México, están rebosantes de alegría porque Sergio Pérez va a pilotar para Red Bull. ‘Checo’ llega al segundo mejor equipo de la temporada pasada, por lo que tendrá opción cada fin de semana de luchar por podios y algunas victorias.
Por otro lado, tenemos a Sebastian Vettel. Tras seis años en Ferrari se une a Aston Martin. El tetracampeón, después de estar 11 temporadas consecutivas con los mejores equipos de la parrilla -5 años en Red Bull y 6 en Ferrari-, se une a un proyecto de mitad de tabla. Aston Martin regresa a la Fórmula 1 con uno de los pilotos más laureados de la historia. Será interesante ver hasta dónde pueden llegar.
En McLaren han encontrado a un sustituto ideal para Carlos Sainz. Tras haberlo intentado en el pasado sin éxito, han conseguido firmar a Daniel Ricciardo. Esperan seguir con su línea ascendente y conseguir mejores resultados con un piloto que posee siete victorias en su palmarés.
Por último, otro fichaje de gran expectación es la llegada de Mick Schumacher. El hijo de Michael Schumacher entra en escena pilotando para Haas. Me habría gustado verle en Alfa Romeo junto a Kimi Raikkonen. Quizás Haas sea el peor equipo para un debutante, ya que llevan varios años perdidos en la categoría. A pesar de ello, Mick llega con ganas de demostrar que no está en la categoría solo por su apellido.
Con todos estos cambios, la temporada se torna bastante ilusionante. Los niveles de los monoplazas seguirán siendo más o menos los mismos que los de 2020, pero todos estos cambios hacen que el aficionado esté expectante para conocer cómo será el rendimiento de cada una las novedades de esta temporada. La gran ilusión sigue puesta en el cambio normativo de 2022. Las novedades de este año hacen que la espera pase de aburrida como parecía en un principio a realmente interesante.
Imagen de cabecera: BRYN LENNON/POOL/AFP via Getty Images