La fiesta del fútbol. Así calificaría un servidor a la gala del Balón de Oro. Una noche en la que las botas de tacos se cambian por zapatos, las equipaciones de corto se convierten en preciosos trajes y vestidos, y el césped es sustituido por una alfombra roja más que característica en los eventos de este calibre. Pero las estrellas son las mismas que sobre el verde.
Entre ellas, hubo algunas que brillaron más que otras. Como es evidente y así debe ser, los protagonistas fueron los ganadores de los trofeos. Pedri, Donarumma, el Chelsea como entidad, Lewandoski, Alexia Putellas y Leo Messi. Nombres propios que, aunque ya lo estaban, subrayan una vez más su nombre en los libros de historia. Algunos como Pedri todavía están comenzando a grabar sus iniciales, mientras que otros como Leo están a punto de romper el folio de tanto calcar.
Alexia fue la ganadora del Balón de Oro femenino, lo que no solo la convierte en historia viva del Barça, sino que también deja su huella en el fútbol femenino y el deporte español en general. ¿Qué provoca esto? Que cada vez más niñas y niños quieran ‘Ser como Alexia’. Merecidísimo, enhorabuena.
Por otra parte, en el apartado masculino, el gran vencedor fue Leo Messi. El considerado por muchos ‘mejor jugador de la historia’ se alzó con su séptimo Balón de Oro, una cifra estratosférica e impensable hace no tantos años. De esta forma se distancia otra vez de Cristiano Ronaldo (5), otra auténtica leyenda del fútbol y su principal competidor por el trono del fútbol mundial en los últimos 15 años, aproximadamente. Qué rivalidad tan impresionante hemos tenido el placer de ver… Pero, en mi opinión, anoche Messi no fue el único ganador de este apartado.
Robert Lewandoski, ganador del Balón de Oro 2020. Un título (por ahora) no oficial pero con el que todo el mundo está de acuerdo, incluso el mismísimo Leo. Tanto es así que, en su discurso de agradecimiento por el premio, Messi pidió públicamente a France Football, medio encargado de dar el galardón, que le otorgara al polaco el premio que se merece. Cuando estas palabras salen de la boca de Messi en un contexto como el de ayer, las posibilidades de que la revista decida rebobinar en el tiempo y reescribir la historia de la edición 2020 (que no se celebró debido a la pandemia) suben con creces, rozando el 100%. Con esto quiero decir que, para los fans del delantero del Bayern y del fútbol en general, vayan preparando sus trajes y vestidos de celebración porque muy probablemente tengan que vestirlos antes de fin de año.
El brazo ejecutor de la máquina bávara, casi con toda seguridad, recibirá el Balón de Oro 2020, un reconocimiento que el fútbol le debe. Y más todavía cuando este año ha estado a punto de ganarlo (de nuevo). Tras la gala, como es habitual, se revelaron los resultados de las votaciones que terminaron otorgándole a Messi su séptimo dorado, pero pudo no ser así. La diferencia entre los dos genios fue de tan solo 33 puntos (Messi 613 puntos, Lewandoski 580 puntos), una cifra realmente baja.
Ahora solamente queda esperar a una confirmación oficial por parte de France Football, lo que no solo sería una victoria para Lewandoski y sus allegados, sino que lo sería para el fútbol en general. Una clase magistral de justicia de cara al mundo y un reconocimiento más que merecido para alguien que ya es una leyenda de nuestro deporte. Robert Lewandoski, historia viva.
Imagen de cabecera: France Football