Quintus Horatius Flaccus, conocido como Horacio, dejó para la posteridad frases que independientemente de la época en la que se manifieste, tienen sentido. 2040 años después de que el poeta romano expresara su filosofía de vida, su epístola sigue siendo razonable y verdadera.
“Carpe diem quam minimum credula postero” que traducido resulta, «Aprovecha el día, no confíes en el mañana». Quizás para algunos no sea más que un tópico literario, pero para otros, sentencia lo que a modo de consejo, Horacio sugirió hace siglos.
Entre los segundos, se encuentra Iago Aspas. El delantero gallego del Sevilla Fútbol Club volvió a España tras un frustrado paso por el Premier League en el Liverpool. El moañés despuntó en el Celta de Vigo en la temporada 2011/2012 anotando 25 goles en competiciones oficiales. La 12/13 sería la última del canterano celtiña antes de dar el salto a la liga inglesa. Allí, Iago no terminó de encontrar ritmo de competición y decidió salir a préstamo. El Sevilla FC sería su destino. El club hispalense se guardó una opción de compra por 6,5 millones de € con unas condiciones muy favorables para que se ejecute al final de la actual temporada. Con el jugador, incluso se llegó a pactar la duración del posible contrato con su nuevo club, perteneciendo al Sevilla FC hasta 2018 + 1 año opcional.
Pero la esperada vuela a la Liga no ha sido como Iago esperaba. Emery lo dejó en el ostracismo en los primeros meses de competición y el delantero gallego tan solo contaba con minutos en Copa del Rey, eso sí, 7 goles en 3 partidos y un registro de un gol cada 44 minutos, demostraban la capacidad goleadora que puede llegar a tener el que hasta el momento, es el tercer delantero sevillista. En Liga, Iago Aspas apenas había jugado 100 minutos hasta el primer partido en Febrero ante el Espanyol. En ningún encuentro contó con más de 20 minutos seguidos, y eso para un delantero, resulta un obstáculo difícil de superar.
Ante el Espanyol, todo cambió. Iago Aspas salió en el once titular tras la lesión de Kevin Gameiro (estará entre 2 y 3 semanas de baja) y la rotación de Emery con Bacca (visiblemente cansado en las últimas citas). El gallego aprovechó la oportunidad. El encuentro que realizó como hombre más adelantado en el Pizjuán, dejó un brillo en los ojos de cada uno de los aficionados que acudieron a la colina de Nervión. El mercado de invierno no dejó ningún regalo en las oficinas sevillistas, pero recuperar a Iago Aspas puede ser suficiente deleite. Para culminar un excepcional encuentro, el ex jugador del Celta salvó 2 puntos anotando el tanto de la victoria en los últimos minutos. Curioso, Emery se libra de una gran pitada gracias al delantero en el que menos confía. Los problemas de Gameiro pueden servir para recuperar a Iago Aspas. El de Moaña debe aprovechar el momento que se le presenta, sin confiar en que quizás mañana, su técnico vuelva a dejarlo en un segundo plano. Carpe diem, Iago.