La Federación española de fútbol probó un nuevo formato para la Supercopa de España la pasada temporada en Arabia Saudí. Este curso lo repite y se juega en España. Es por motivo de la pandemia, pero parece mucho más lógico que se juegue aquí, siendo un torneo en el que participan equipos que se han ganado su concurso en las dos principales competiciones nacionales.
La Supercopa de España es un torneo históricamente maltratado, incluso hubo años en los que no se disputó por falta de fechas. La idea de jugarse con un formato de cuatro equipos es buena, no todo lo moderno es malo, pero ahora que hay consenso en la fecha, estaría muy bien fidelizar a la afición jugándose siempre en España con este mismo formato, dos semifinales y una final concentrado cuatro días.
La Supercopa se disputó por primera vez en la temporada 82-83 y desde entonces ha dejado momentos históricos que merece la pena recordar. El fútbol siempre deja momentos a los que agarrarse cuando el negocio lo devora todo.
En su primera edición, la Real vapuleó al Real Madrid en el partido de vuelta disputado en Atotxa. Era la Real bicampeona de Liga con los Arconada, Zamora, López Ufarte, Satrústegui y compañía. Fue la temporada de los cinco subcampeonatos del Madrid de Di Stéfano. Encajó tres goles en la prórroga, Uralde firmó un doblete y Juan José y Ángel fueron expulsados en un partido que aumentó considerablemente la rivalidad de la época entre la Real y el Real.
En la segunda edición, en 1983, el Barça le ganó los dos partidos al Athletic. Esa temporada la rivalidad entre ambos alcanzó tintes dramáticos. La lesión de Maradona por una entrada de Goicoetxea en septiembre de aquel año, precedida por una a Schuster en 1981, el excelente nivel del Athletic de Clemente y las fricciones que surgieron dentro y fuera del campo, con declaraciones por ambos bandos, derivó en la histórica pelea del Bernabéu tras pitar Franco Martínez el final del partido en la Copa del 84.
El gol de Santi Aragón, casi desde mediocampo, en la vuelta de la final de la Supercopa del 90 a Zubizarreta, es muy recordado. Supuso el único título del Madrid en tres años. No ganaría nada más hasta la Copa del 93. Aragón creció como jugador con semejanzas a Martín Vázquez, acrecentadas porque asomó en el primer equipo del Madrid coincidiendo con la marcha de Rafa al Torino. Después, ya en el Real Zaragoza, se consolidó como un magnífico centrocampista, una de las claves en la consecución de la Recopa de Europa maña en París, durante la primavera de 1995.
El primoroso regate de Ronaldo Nazario a Geli en Montjuic, en la ida de la Supercopa del 96, la exhibición del Depor de Irureta ante el Valencia campeón de Liga en 2002, el 3-5 del Sevilla de Juande ante el Madrid de Schuster en 2007, el día que Drenthe pareció una mezcla de Clarence Seedorf y Edgar Davids, y la más reciente exhibición de Aduriz ante el Barça, en 2015, son momentos que elevan la Supercopa a otro nivel.
Real Sociedad, Athletic, Barça y Real Madrid llegan en momentos muy distintos, pero el torneo pinta apasionante y hay precedentes más que de sobra para que veamos tres partidos de fútbol apasionantes. Tomen asiento…
Imagen de cabecera: Jasper Juinen/Getty Images