La despedida de un ser querido produce una sensación de vacío de descripción inabordable. Trasladado al terreno puramente futbolístico, atender a la marcha de un futbolista tan especial que emana un resplandeciente placer para los sentidos del aficionado, constituye una separación que desprende una profunda sensación de desconsuelo.
Samu Sáiz deja la S.D. Huesca para marchar al Leeds United, cambia la categoría de plata del fútbol español para recalar en la segunda categoría del fútbol inglés. El conjunto británico paga un traspaso histórico para un club como el oscense, alrededor de 3.500.000 € de los que la mitad irán a parar a las arcas del Atlético de Madrid. La inyección económica para el club es importante, la sensación de depreciación futbolística que su salida representa no es cuantificable económicamente. Samu fue sin duda el mejor jugador de la temporada en su club, probablemente uno de los más determinantes a nivel global en la categoría. La previsibilidad de su marcha ayuda a amortiguar el golpe, duro para su club. Desolador para los amantes del balompié en nuestro país es el hecho de que un futbolista que ha demostrado nivel para dar el salto a Primera División termine haciendo las maletas para mostrar su repertorio lejos de nuestras fronteras.
Cierto es que la trayectoria de Samu desde sus inicios futbolísticos ha sido irregular. Jugador formado en la cantera del Real Madrid, a la que llegó con tan sólo ocho años, llegando a debutar con el filial madridista con tan sólo 17 años. Ha pasado por los filiales del Sevilla, Getafe, Almería o Atlético de Madrid, siendo el club azulón con el que debutó en Primera División de la mano de Luis García Plaza, en una temporada 2012/13 en la que jugó frente al Atlético de Madrid y fue un habitual en las convocatorias del técnico. En 2014 recaló en el filial rojiblanco, con el que hizo 8 goles en Segunda B y fue convocado ante el Villarreal por el ‘Cholo’ Simeone aunque no llegase a jugar con el primer equipo colchonero en la temporada en la que el Atlético se proclamó campeón de liga y subcampeón de Europa.
Sin llegar a consolidarse en Primera, en 2015 Samu firma con la S.D. Huesca, con el que en su primera temporada anota tres goles, uno de ellos histórico en el derbi ante el Real Zaragoza, con su equipo con nueve jugadores y que supuso el empate, una campaña en la que el jugador tiene un comienzo titubeante pero en la que termina siendo uno de los pilares para la mejor clasificación histórica de su equipo, con 55 puntos, alcanzando la 12ª posición, lo que le lleva a renovar por dos temporadas con el conjunto oscense.
La llegada de Juan Antonio Anquela al banquillo de El Alcoraz fue un soplo de aire fresco para un futbolista con unas cualidades tremendas al que faltaba un empujón para explotar sus virtudes, y ello tuvo continuidad en la temporada 2016-17 recién finalizada. Con un estilo de juego más directo, explotando el juego por bandas y con la zona medular custodiada con maestría por una pareja formada habitualmente por Aguilera y Melero, Samu encontró un sitio en segunda línea del ataque perfecto para mostrar un exquisito repertorio, aquel que siempre residió en sus botas y que necesitaba el contexto ideal para ser mostrado. Anquela otorgó galones a Samu, agitó la chistera y Sáiz expuso su magia. Los números demuestran las sensaciones, con doce goles y ocho asistencias para ser partícipe fundamental en 20 de los 53 tantos anotados por la S.D. Huesca en la temporada.
Sin embargo, las excelentes estadísticas del jugador quedan por debajo del rendimiento y la incidencia de Samu en el juego, fundamental para aupar al conjunto aragonés hasta posiciones de playoff. Un hito para la historia de la S.D. Huesca del que Sáiz fue pieza clave. Perfectamente integrado en el engranaje del equipo, adaptado al estilo de juego más directo practicado por el conjunto, el futbolista madrileño ha demostrado inteligencia táctica para leer las necesidades colectivas a la hora de elegir opciones en el juego, siendo capaz de guiar los contraataques como referencia en la zona central, como de retrasar su posición con dotes de mando, dirección y distribución o incluso caer a bandas para dotar de riqueza y recursos el juego del equipo. Inteligencia, riqueza y recursos tácticos puestos al servicio de una calidad técnica superior. Regate, desborde, toque, asociación, maniobras técnicas indescifrables e inesperadas para el rival añadidas a una capacidad de disparo desde media distancia y de definición en el área que han supuesto el salto definitivo de Samu Sáiz al escaparate, suscitando el interés de equipos de Primera División desde meses antes de finalizar la competición.
Finalmente, Samu recala en el Leeds United. Un histórico del fútbol inglés que volverá a tratar de retornar a la máxima categoría. En España perdemos, de momento, la oportunidad de comprobar las prestaciones que podría dar un jugador del talento de Samu Sáiz en la máxima categoría. El Leeds gana un genio, suma un mago a sus filas que potencia sus opciones de gloria. En España despedimos a Samu Sáiz, esperando tenerlo pronto de vuelta, anhelando que el adiós del mago sea efímero, deseando éxito a su nueva etapa, una gloria que le devuelva a un lugar en el que le podamos disfrutar de cerca. Samu, te esperamos en Primera División.
Vocación de periodista. Pasión por el fútbol, especialmente Segunda División Española. Escribo en @SpheraSports.
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