José Carlos Gómez Martín | En Hawthorne, California, una futura estrella del deporte rey en los Estados Unidos nacía el 12 de noviembre de 1988. Russell creció con una pelota de baloncesto pegada a sus manos, nació viendo como Michael Jordan conquistaba un anillo tras otro.
A los 15 años, en plena adolescencia y quizá, la edad con la que más disfruta un joven del deporte, Russell perdió a uno de sus mejores amigos, su inseparable compañero en la cancha Khelcey Barrs. Desde entonces, decidió que era el momento de empezar a jugar por los dos. El resto, es historia que continúa escribiendo.
El 5 veces All Star de la NBA, comenzó, como la mayoría de los estadounidenses que se dedican a este deporte, jugando en la Universidad de California, en Los Ángeles, donde, quizá sufrió su peor época, donde pasaba la mayor parte de los partidos esperando su oportunidad en el banquillo.
Sin embargo, en el Draft de la temporada 2007-2008 fue seleccionado por los ya desaparecidos Seattle Supersonics, y en Julio de 2008 firmó su primer contrato con Oklahoma City Thunder, donde se convirtió, junto con su amigo Kevin Durant, en uno de los ídolos del Chesapeake Energy Arena, y en uno de los fijos de la selección americana. En 2013, Westbrook sufrió uno de los momentos más drásticos de su carrera profesional hasta el momento, al romperse el menisco en un partido de playoffs frente a Houston Rockets.
Westbrook ‘onfire’
A partir de su llegada a Oklahoma, los Thunder han jugado seis de las ocho últimas ediciones los playoffs de la mejor liga de baloncesto del mundo, sin embargo, podemos hablar de la temporada 2015-2016 como la temporada que consagró a Russell Westbrook como uno de los mejores jugadores del mundo.
Esta temporada, los Thunder han acumulado un récord de 55 victorias frente a 27 derrotas, y llegaba a la fase final como el cuarto favorito, por detrás de Spurs, Cavaliers y Warriors.
Pero Westbrook y compañía, decidieron reivindicarse, y demostrar que iban en serio, derrotando a San Antonio Spurs y alcanzando la final de la conferencia frente a Golden State. Sin embargo, no iban a quedarse ahí, sino que Russell ha decidido pintarle la cara a su compatriota Curry, poner el 3-1 en la eliminatoria, y demostrar que Oklahoma tiene jugador para rato, tiene un MVP en su plantilla.
Russell (y su inseparable amigo Barrs) están dispuestos a conquistar la NBA.