Otra mala noticia para el golf masculino en los próximos Juegos Olímpicos. Jordan Spieth, actual número 3 del mundo, no participará por Estados Unidos en Río 2016. La ausencia del tejano se une a las ya sabidas de Jason Day (Australia), Dustin Johnson (Estados Unidos) y Rory McIlroy (Gran Bretaña). Esto hace que la prueba olímpica no vaya a contar con ninguno de los cuatro mejores golfistas del momento.
Este es un varapalo más para una modalidad que volvía al programa olímpico tras 112 años de ausencia (empezó en París 1900 y acabó en San Luis 1904). Desde que se anunció su regreso muchos inconvenientes se han cruzado el camino. Desde el problema con los patrocinadores, que hacían poco atractivo el torneo a los jugadores, hasta el virus ‘Zika’, razón por la que McIlroy dice no viajar a Brasil. Aunque también se ha criticado (y mucho) el formato de la competición (72 hoyos) y el diseño del campo de Barra de Tijuca (recién construido). Por ejemplo, Adam Scott (8º del mundo) lo calificó como «inferior». Y, por último, tampoco ayuda la poca tradición golfística que han tenido los Juegos Olímpicos, lo cual ha hecho que no sea visto como un torneo de prestigio dentro del circuito. Además los organizadores del circuito le han colocado dos ‘Grand Slam’ (British y PGA Championship) justo antes de los Juegos Olímpicos, donde el golf se desarrollará entre el 11 y el 14 de agosto.
Por tanto, veremos un torneo de golf algo descafeinado. Las ausencias de algunas estrellas abre el abanico de candidatos al triunfo y aumentan las posibilidades de que los españoles (Sergio García y Rafael Cabrera-Bello) puedan dar la campanada y optar a medalla en el verde brasileño. Un éxito del que casi ningún deportista en la historia del gol puede presumir.