El idilio del F.C Barcelona con la Copa de la Reina continua. Por
segundo año consecutivo, el trofeo de Su Majestad la Reina descansará en las
vitrinas culés. No estará sólo. Allí se encontrará con la copa lograda el año
pasado y hará piña y, cómo no, una bonita colección con los cuatro trofeos
conquistados anteriormente. Sexta Copa de la Reina, por tanto, para un F.C
Barcelona que pudo tomarse la revancha (1-0) de lo acontecido en Liga en una
agónica e intensa final ante su eterno rival, el Atlético de Madrid.
Minuto 122. Última jugada del partido. Marta Frías, árbitro del
encuentro, mira el reloj y acaricia el silbato. El final de la prórroga se
acerca. Unos segundos más y todo se decidirá en la tanda de penaltis. Sin
embargo, el Barça elabora la mejor jugada de todo el encuentro. Su jugada, la
que vale un título. Una jugada iniciada en campo propio. Una jugada en la que
la reconocida como mejor jugadora del mundo, Lieke Martens, recibe en la línea
de tres cuartos y se aventura por el flanco izquierdo del área para realizar el
famoso pase de la muerte. Allí, cerca del punto de penalti, encuentra a Natasa
Andonova que, hábil y rápida, controla con el pie derecho y, con la zurda, conecta
un perfecto pase para que Mariona Caldentey, de primeras, mande el balón al
fondo de las mallas.
Las 13.000 almas que llenaban el estadio Romano de Mérida
pudieron, por fin, dejar de contener la respiración. Unos con un estallido de
júbilo por la victoria de su equipo, otros con un resoplido de decepción tras
la cruel derrota de las suyas. Tras 122 minutos de infarto, la final estaba
resuelta: el F.C Barcelona se proclamaba campeón de la Copa de la Reina por
sexta vez en toda su historia. Seis títulos coperos (1993/94, 2010/11, 2012/13,
2013/14, 2016/17 y 2017/18) que convierten al conjunto blaugrana, junto a
Levante y Espanyol, en el club con más títulos de Su Majestad la Reina. Paradójicamente,
y como viene siendo habitual cada año, la Reina no estuvo presente en el
encuentro, algo que, junto a la ausencia de premio económico para las
finalistas, hizo arder las redes durante y tras el partido.
No obstante, en su lugar, una auténtica reina de la halterofilia
paralímpica, la extremeña Loida Zabala, hizo los honores de entregar el trofeo
a unas jugadoras azulgrana que, sin lugar a dudas, mostraron en la celebración su
hambre de títulos. Y es que, definitivamente, ésta no ha sido la mejor
temporada del conjunto culé. Bien es cierto que un segundo puesto en la Liga
Iberdrola y unos cuartos de final de Liga de Campeones no es moco de pavo. Sin
embargo, los diversos fichajes estrella y la renovación en el banquillo, con la
llegada de Fran Sánchez, invitaban a soñar con el dominio absoluto de, por lo
menos, las competiciones nacionales. No fue así, pero lo que es cierto es que
este título copero libra al Barcelona de un año en blanco que, sin ninguna
duda, habría hecho mucho daño en la moral azulgrana.
Una temporada que termina, por tanto, con el mismo reparto de
títulos del año anterior: Liga Iberdrola para Atlético de Madrid y Copa de la
Reina para F.C Barcelona. La batalla entre los dos mejores conjuntos de nuestra
liga femenina de fútbol profesional sigue en pie y, como espectadores, es un
placer poder ser testigos de tal pugna. Así pues, parafraseando y variando
ligeramente el famoso himno inglés ‘God save the Queen’, sólo nos queda decir
que ‘Dios salve a las Reinas, las Reinas del fútbol español’.
Imagen de cabecera: La Liga
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