Hace sólo un mes era el equipo más admirado del mundo, pero ahora, y de forma súbita, el Real Madrid entró en alerta tras situarse a siete puntos del Barcelona en la Liga española, acumular lesiones y emitir signos de intranquilidad.
El 20 de agosto el Real Madrid salió de Riazor con su primer triunfo en el torneo español tras golear 3-0 al Deportivo de La Coruña, una victoria que vino precedida de las conquistas de las Supercopas de Europa y España después de ofrecer un fútbol elogiado por todos. Pero todo cambió de repente.
El conjunto de Zinedine Zidane perdió el miércoles por 1-0 en casa ante el Betis para quedar separado por un abismo del Barcelona en la Liga española. Fue una derrota que dejó importantes secuelas y malas sensaciones en el actual campeón de Europa. Lo que hace un mes era blanco es hoy negro.
Lo incontestable son los números: esta temporada el Real Madrid perdió en el Santiago Bernabéu un partido y empató otros dos. Y luego están las sensaciones, la de un equipo nervioso.
«Nos cuesta marcar el primer gol y luego nos entra ansiedad», dijo Isco tras la derrota ante el Betis.
Un detalle habla de lo que vive este Real Madrid, como desubicado cuando le sacan de la zona de confort que proporcionan las victorias. Durante una pausa del partido ante el Betis tuvo a 12 futbolistas sobre el campo, producto de un cambio en el que puso a un futbolista pero no quitó a otro. El árbitro, Mateu Lahoz, le alertó de la irrregularidad.
Mientras, la prensa española fue concluyente en su juicio. «El Betis lleva al Real Madrid al caos», opinó «El Mundo». «En un final atolondrado y caótico, acabaron también con su racha de 73 partidos seguidos marcando«, recordó «El País». Caos es una de las palabras más repetidas.
En pleno desconcierto, el habitualmente elegante y mesurado Zidane olvidó darle la mano al técnico del Betis, Quique Setién, como es norma de caballerosidad tras un encuentro.
Después, ya más reposado, el técnico francés hizo un llamado a la calma: «Hay que tener tranquilidad, esto es muy largo».
Pero no es sencillo devolver la confianza a una hinchada, como la del Real Madrid, que disfrutó tanto del halago hace un mes y de los títulos que conquistó su equipo durante la pasada temporada. Ahora contempla cómo el Barcelona está siete puntos por encima después de contar con un Lionel Messi estelar. Otro germen de nervios para los blancos.
El Real Madrid se quedó sin «colchón» en la Liga española y ahora se verá obligado a realizar un esfuerzo extra con el que no contaba. No tiene margen de error.
Tampoco le ayuda el episodio de lesiones que está padeciendo durante su convulso arranque de temporada. Se quedó sin Karim Benzema, Theo Hernández y Mateo Kovacic, y el miércoles también perdió a Marcelo. No tiene laterales zurdos puros.
Lo cierto es que durante sus tres tropiezos en casa creó suficientes ocasiones para ganar los partidos, pero entre su propia ineficacia y quizá una pequeña dosis de mala fortuna, que también existe en el fútbol, germinó una ansiedad que debe paliar urgentemente si quiere volver a ser competitivo.
Ahora comienza un nuevo reto para Zidane: la gestión de los nervios en busca de calma. Un desafío dentro de un club lleno de exigencia y generalmente con poca paciencia.
You must be logged in to post a comment Login