Una jugada puede cambiar un partido, un campeonato y una carrera. Un cabezazo, complementado con la mala salida de un arquero, puede llegar a darte la confianza, el reconocimiento del público y un lugar en la historia de un club.
Eso le sucedió a Ramiro Funes Mori. Nacido en Mendoza el 5 de marzo de 1991, llegó a la Primera de River con el peso del apellido en su espalda, todo por responsabilidad de su mellizo Rogelio, quien fue apuntado por la hinchada tras algunos fallos importantes en un proceso que culminaría con la pérdida de la categoría.
El brillo del Funes Mori defensor llegó ya con su hermano en Europa: en el Superclásico disputado en la Bombonera por el Torneo Final 2014, el central debió jugar de lateral por la izquierda por la sanción de Vangioni.
Con un buen rendimiento, demostró su versatilidad y conquistó a las gradas con el gol del triunfo, sobre el cierre del encuentro, que acercó a River al título.
La ida de Ramón Díaz y la llegada de Marcelo Gallardo coincidieron con una merma del rendimiento de Álvarez Balanta, central titular, y una confianza creciente del próspero e insistente Funes Mori.
El propio entrenador confesó para el libro “Gallardo Monumental” lo que sintió al conocerlo: “Desde el primer entrenamiento, él fue el que más me llamó la atención por sus capacidades físicas, sus cualidades mentales y por la personalidad. Ramiro no tenía miedo de equivocarse. Y si lo hacía, asimilaba la equivocación rápidamente. De arriba es un animal, está a la vista. Y, además, es un defensor con buenas intenciones de pase”.
Las fallas no tardaron en llegar, y varias deficiencias estaban a la vista. Pero, al igual que cuando salió 5to en el reality show futbolístico en Dallas, o tras su prueba fallida en Chelsea, no bajó los brazos y sacó a relucir su principal virtud: la perseverancia.
“Él confiaba excesivamente en sus capacidades porque le había agarrado el gustito a salir jugando y a dar pases entre líneas. El tema es que lo empezaron a conocer y equivocaba los caminos. Pero nunca lo reprimí sobre el error, yo siempre intento más corregir que reprimir. Le fuimos marcando errores y él es un jugador que asimila rápido los conceptos”.
Varios clubes de Europa pusieron sus ojos sobre él por su potencia física, la seguridad que brinda y la personalidad. El gol a Tigres en la final de la Copa Libertadores fue la frutilla que le faltaba al postre: su futuro estaba en el fútbol de elite.
Tuvo su debut goleador en Premier ante el débil Bournemouth, pero ya lo sufrieron los poderosos Manchester City y Chelsea. Mientras todavía se adapta al fútbol inglés, su rendimiento y los tantos anotados comienzan a darle la derecha a Roberto Martínez.
El laborioso Funes Mori está destinado a conquistar al público de Everton, antes de que otra potencia europea se haga de sus servicios.
Buenos Aires, 1990. Periodista deportivo. Apasionado del fútbol y la táctica. Aprendiendo y analizando constantemente. Bielsista. Soñando con dirigir. Blog: matinavarrogarcia.wordpress.com