Pese a que en algunas disciplinas la competición ya haya comenzado, hoy, día 23 de julio, comienzan oficialmente los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Sigue siendo extraño pero sí, 2020. Pese al aplazamiento de un año de la fecha olímpica por culpa de la pandemia, los Juegos han conservado la nomenclatura y siempre serán recordados como los Juegos Olímpicos con la fecha engañosa. Esta edición de las Olimpiadas tendrá un asterisco por el resto de la historia pues no solo se disputan fuera del ciclo olímpico de cuatro años, sino que además se disputarán sin público en las gradas, lo que los convierte, seguramente, en los Juegos Olímpicos más fríos de la historia.
Con público o sin él, Japón vuelve a ser sede de unos Juegos Olímpicos 57 años después y lo hace estrenando cinco nuevos deportes olímpicos: surf, skateboarding, escalada deportiva, karate y béisbol. Cinco nuevos deportes que, por si no era ya suficientemente grande, ampliará el radio de influencia de la mayor competición deportiva del mundo, además de brindar la posibilidad de ganar medallas olímpicas a deportistas de nuevas disciplinas.
Hablando de las medallas, hemos de romper una lanza en favor de la organización de Tokyo 2020 pues estas están fabricadas a partir de dispositivos electrónicos reciclados. En un intento por demostrar el interés de Japón por el reciclaje, el Comité Olímpico Japonés asegura que han logrado recuperar 32 kilogramos de oro, 3.500 kilogramos de plata y 2.200 kilogramos de bronce de un total de 79 toneladas de aparatos electrónicos ya que son materiales habitualmente utilizados en la fabricación de los mismos. Las camas de la Villa Olímpica, por su parte, también han sido fabricadas de materiales reciclados, dando como resultado unas 18.000 camas individuales fabricadas de cartón. Según el comité organizador, estas soportan hasta los 200 kilogramos y son más resistentes que muchas camas de madera. Muchas noticias han circulado recientemente por internet acerca de estas camas, la mayoría noticias falsas.
Como es evidente, son unos juegos marcados por la situación de pandemia mundial y, pese a las medidas extremas que se están tomando para salvaguardar la integridad de la competición, la burbuja olímpica no está exenta de deportistas dando positivo a los test previos. Hasta hoy, día de la inauguración, más de 70 deportistas han sido contagiados. Desde dos futbolistas sudafricanos, los primeros dentro de la burbuja, hasta una gimnasta suplente del equipo de Estados Unidos, una de las más recientes.
Con todo lo que está sucediendo, es lógico pensar que las estrellas de algunos deportes no hayan viajado a Japón para la fecha olímpica. Ya sea por lesiones, vacaciones, u otros motivos, destacan algunas ausencias como LeBron James, en baloncesto; Usain Bolt y Mo Farah, en atletismo; o Michael Phelps, en natación. A nivel español tampoco contaremos con la presencia de Rafa Nadal en tenis y Carolina Marín en bádminton, dos de los deportistas con mayores posibilidades de sumar en el medallero español.
Y es que las medallas olímpicas, como es evidente, son una recompensa codiciada por la que deportistas de todo el mundo sacrifican el tiempo y esfuerzo de toda una carrera. En las últimas ediciones, el medallero español ha ido decreciendo lentamente, manteniéndose, eso sí, en unas cifras lo suficientemente sanas a nivel internacional. En las últimas ediciones de la mayor competición deportiva del mundo, España ha conseguido un total de 17 medallas en Rio 2016 (14º); 18 en Londres 2012 (17º); 19 en Pekín 1008 (14º); y 20 en Atenas 2004 (20º). Esta progresión invita a pensar que en Tokyo 2020 España conseguirá 16 medallas, hecho destacable a nivel estadístico pero que esperemos que sea inferior al resultado final. En primera posición como edición con más medallas españolas está Barcelona 1992. El año en que España ejerció como anfitriona de los Juegos olímpicos, los deportistas nacionales consiguieron 22 medallas (13 oros, 7 platas, 2 bronces), alzándose al 6º puesto en la clasificación por países de ese año.
Con esperanzas de que sea un buen año para los atletas olímpicos españoles, solo nos queda disfrutar de las dos semanas de competición que nos quedan por delante, con toda su variedad, su espectáculo, sus emociones y, sobre todo, con ganas de que transcurra con la mayor normalidad posible. Nada más que añadir, que comiencen los juegos.