Portugal ha escrito una página dorada en su historia deportiva al clasificarse por primera vez a las semifinales de un mundial de balonmano. En una hazaña épica, los lusos vencieron a la poderosa Alemania por 31-30 en un partido de cuartos de final que se extendió hasta la prórroga. Este triunfo no solo marca un hito para el balonmano portugués, sino que también consolida a Portugal como la gran revelación del torneo.
El camino de Portugal hacia las semifinales ha sido nada menos que impresionante. El equipo luso ha mantenido un invicto sorprendente, derrotando a potencias del balonmano como Noruega, España y ahora Alemania, además de empatar contra Suecia. Estas victorias demuestran que su presencia en las semifinales no es fruto de la casualidad, sino el resultado de un juego sólido y una mentalidad ganadora.
El partido contra Alemania fue una verdadera montaña rusa de emociones. Portugal dominó en la primera parte, pero los germanos remontaron en la segunda mitad, llevando el encuentro a la prórroga. Fue allí donde brilló Martim Costa, quien anotó el gol decisivo a tan solo cuatro segundos del final, asegurando la victoria histórica para su equipo. La actuación de los hermanos Costa y la sólida defensa portuguesa fueron fundamentales para superar a una Alemania que contaba con la brillante actuación de su portero Andreas Wolff.
Ahora, Portugal se enfrentará a Dinamarca en las semifinales, un desafío mayúsculo contra uno de los favoritos del torneo. Sin embargo, dado el rendimiento mostrado hasta ahora, los portugueses no se conformarán con haber llegado a esta instancia y buscarán dar la sorpresa una vez más. Sea cual sea el resultado final, Portugal ya ha dejado una huella indeleble en este Mundial, demostrando que en el balonmano, como en cualquier deporte, la determinación y el trabajo en equipo pueden superar cualquier pronóstico.