Es un hecho que se confirma cada verano. Nadie puede competir con la Juventus en Italia a nivel de mercado, ni siquiera los ambiciosos proyectos que la Roma trata de armar cada año para intentar el enésimo asalto al trono del campeón bianconero. El último movimiento que confirma el status quo del Calcio es el fichaje de Miralem Pjanic por la ‘Vecchia Signora’ a cambio de los 32 millones de euros de su cláusula de rescisión, ya que el jugador renunciaría a los seis millones restantes que le corresponden como porcentaje por el traspaso.
Pjanic, que cobrará un cifra cercana a los cinco millones anuales en Turín, firmará un contrato de cinco años con la Juventus y se integrará en el pentacampeón que ve así reforzado su centro del campo con un jugador de depurada técnica capaz de asumir además del rol de interior, el de mediapunta e incluso el de regista a efectos prácticos, como se pudo ver en tramos de la pasada temporada a las órdenes de Spalletti. Un perfil creativo de altura tal y como buscaba el club piamontés, perfecto conocedor de la liga e ideal por polivalencia para el amplio registro táctico que maneja siempre Allegri.
A la espera de que se resuelva el futuro de Paul Pogba, pretendido por media Europa, la Juventus se asegura demostradas dosis de talento y una gran capacidad de resolver partidos para su medular en caso de que el purasangre francés abandonase la disciplina bianconera en las próximas semanas. Pjanic, el centrocampista más productivo y decisivo de la Serie A 2015/16 con 10 goles y 12 asistencias por delante incluso del propio Pogba, abandona la Roma después de cinco temporadas tras llegar procedente del Olympique de Lyon.
La Juventus repite con Pjanic las operaciones que llevaron a Turín desde la Roma a jugadores como Angelo Peruzzi, Emerson, Zebina, Vucinic o al técnico Fabio Capello hace algunos años. Su fichaje supone, sin duda, un golpe de efecto tremendo por parte de una Juve que refuerza aún más una hegemonía a la que no se le vislumbra término y que deja muy tocado deportiva y anímicamente a uno de sus más rivales directos en la lucha por el próximo Scudetto.
Pjanic se convierte de inmediato en persona non grata para los hinchas giallorossi y obliga a la Roma a encontrar un sustituto de plenas garantías. Ardua tarea. Por su parte, la Juventus se ha adelantado al interés de clubes como el PSG, el Chelsea o el Barcelona y ya estaría negociando con el Watford la venta de Pereyra para compensar el desembolso realizado por el balcánico. A sus 26 años, Pjanic se convertirá en una pieza clave de la nueva Juventus y da un nuevo salto hacia delante en su carrera, cambiando a un aspirante al título por el sólido campeón en el que medir su dimensión real al máximo nivel y donde intentar dejar de lado la irregularidad que siempre ha sido la única asignatura pendiente dentro de sus excelentes dotes como futbolista.