Quien quiera vaticinar si Ousmane Dembélé va a jugar bien un partido puede llegar a tener un problema. El extremo del FC Barcelona es un verso libre en el sistema de los catalanes, que parece muy bien preparado hasta que la pelota llega al ex del Borussia Dortmund. Parece que Xavi Hernández le ha dado las llaves del equipo, algo que pone muy nervioso al socio culé. Lo que le ocurre es que es capaz, entre muchas críticas, de cuajar actuaciones como la de ayer: anotó un gol y regaló tres en un envite que acallará a sus detractores unas horas. Hasta que, en su sempiterna ciclotimia, vuelva a equivocarse.
Los culés recibieron en su estadio a un Athletic que venía jugando de maravilla. Volvía Ernesto Valverde con la sensación en el ambiente de que podía reventar el Camp Nou. No fue así: desde el primer minuto los de Hernández, aupados por Dembélé, dominaron y sometieron a los vascos. El Camp Nou, que últimamente está de frenopático, vivió una noche tranquila antes del enfrentamiento del miércoles en la Champions League ante el Bayern FC. Es probable que ese choque se viva sabiendo que ya están eliminados, aunque hay una parte de la masa social de los de la ciudad condal que vive con la esperanza de un pinchazo del Inter.
El otro francés que ayer se salió, Antoine Griezmann, visitó el Benito Villamarín con ganas de gresca. Es probable que el Betis-Atlético de Madrid sea ahora mismo uno de los encuentros más vistosos de la competición. Los colchoneros cumplieron de nuevo. Al parecer, fuera de casa este equipo sí funciona: es en su propio estadio, también con un ambiente enrarecido durante muchos tramos en sus partidos, es donde no funciona la plantilla.
El cuadro de Diego Pablo Simeone se ha colocado en la tercera posición, aprovechando la derrota de la Real Sociedad en Zorrilla. El gran objetivo de los del Wanda Metropolitano, como mínimo, es ser el tercer club español y poder batallar ante los dos mastodontes de España. Si Griezmann sigue a este nivel va a ser complicado que los madrileños no luchen por grandes cosas en la máxima categoría.
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