Nueva Zelanda y Australia. No hubo lugar para las sorpresas en las semifinales del Mundial de Rugby y las dos selecciones oceánicas se enfrentarán por primera vez en la gran final el próximo domingo por conseguir levantar la Ellis Cup en el icónico escenario londinense de Twickenham.
Dos maneras de llegar a la final de uno los mayores eventos deportivos que existen. Nueva Zelanda de físico y sufrimiento para superar a la correosa Sudáfrica. Australia, en cambio, olvidó los sudores de una semana antes contra Escocia para no dar espacio a los imprevistos y pasar por encima de Argentina.
Tras su exhibición frente a Francia, Nueva Zelanda tuvo que cambiar de registro para bajar al barro y trabajarse una ajustada victoria bajo la lluvia. De hecho, los All Blacks caían al descanso por 7-12, culminando en la segunda parte una remontada que nunca habían conseguido anteriormente en fase eliminatoria del Mundial.
Sudáfrica se limitó a defender de maravilla, llevar el partido a lo táctico y castigar con las patadas de Pollard a una Nueva Zelanda con menos ideas de lo habitual. Aun así, los All Blacks consiguieron ensayar al inicio del partido, por medio del flanker Jerome Kaino. En la segunda parte el drop de Dan Carter el ensayo de Barrett fueron decisivos, tras un larguísimo ataque culminado con un gran movimiento de Ma’a Nonu. Tras la amarilla a Habana el asedio neozelandés se intensificó, de manera infructuosa, eso sí. Incluso Sudáfrica se llegó a colocar a solo dos puntos, aunque el resultado se quedaría en el 18-20 final.
Australia en cambio encarriló enseguida su semifinal y no dejó demasiadas opciones a los Pumas para soñar con su primera final en el Mundial, que tendrá que seguir esperando. Dos ensayos de Simmons y Ashley-Cooper en los primeros minutos decantaron desde un inicio el partido.
Los tímidos intentos de Argentina, que solo pudo puntuar con los cinco golpes de castigo perfectamente ejecutados por Nico Sánchez, no fueron suficientes para superar el muro australiano. En la segunda parte, Adam Ashley-Cooper, con su particular hat-trick de ensayos, certificó el claro triunfo de los Wallabies.
Nueva Zelanda y Australia buscarán su tercer Mundial en la gran final de Twickenham. Los All Blacks, tras las victorias en el primero y el último, en 1987 y 2011, puede convertirse en el primer equipo que revalida el título mundial. El capitán Richie McCaw, que podría no jugar por un supuesto codazo en las semifinales que está levantando gran polémica, se convertiría de este modo en el primer hombre que levanta el trofeo dos veces.
Cuarta final para Nueva Zelanda y cuarta también para Australia, que también suma dos títulos en 1991 y 1999. Ambos equipos ya se habían enfrentado en las semis de 2011 y 2003 -un triunfo para cada uno-, también en las semifinales de 1991, también con victoria australiana. En este 2015 se han enfrentado dos veces, con victoria de Australia en el Rugby Championship y claro triunfo neozelandés en el último test entre ambos de este mes de agosto.
El favoritismo es para los All Blacks, pero los Wallabies han demostrado sobradamente en este Mundial que la final es más que merecida. La potencia y habilidad de los Folau, Kruidrani, Giteau, Pocock y Hooper pueden hacer frente perfectamente a la experiencia y dominio de los McCaw, Dan Carter, Kieran Read, Julian Savea o Brodie Retallick. ¿Será suficiente para Australia? La respuesta, el domingo.