El fútbol suele brindarnos a menudo situaciones maravillosas. Una de ellas tiene que ver con el deporte y la familia, dos factores que pueden ir de la mano con cierta facilidad a nivel amateur o en categorías inferiores, pero que se unen con mucha menos frecuencia al centrarnos en deportistas profesionales. Si nos fijamos en hermanos y hermanas que defienden o han defendido unos mismos colores encontramos varios ejemplos en los que se ha dado dicha casuística, algunos conocidos por todos y otros, en cambio, que no han dispuesto apenas de foco mediático pasando mucho más desapercibidos.
Yaya y Kolo Touré en el Manchester City. Jerome y Kevin Prince Boateng en el Hertha Berlín. Gary y Phill Neville en el Manchester United. Ronald y Frank de Boer en el Ajax y el FC Barcelona. Giovanni y Jonathan Dos Santos en el Villarreal. Rogelio y Ramiro Funes Mori en River Plate. Son solo algunos ejemplos referentes al fútbol masculino. Y por supuesto, también los hay en el futfem. Sara y Eli del Estal en el RCD Espanyol. Nuria y Pilar Garrote en el Levante Las Planas. Samara y Malena Ortiz en el CD Tacón. Kristie y Sam Mewis en la selección de EEUU, actuales campeonas del mundo. Y ahora, de nuevo y por segunda vez, Natalia y Noelia Ramos en el Granadilla Tenerife Egatesa.
Las gemelas Ramos Álvarez vuelven a ir de la mano dentro y fuera del terreno de juego, algo que resultó habitual durante muchos años. Criadas futbolísticamente en el Club Deportivo Esperanza de El Rosario, donde Noelia descubrió su pasión por atajar balones y donde Natalia comenzó a formarse como una gran futbolista de corte defensivo, acabaron dando el salto a la élite, para recalar en las filas de un Granadilla Tenerife Egatesa con el que lograron un histórico ascenso a Primera Iberdrola. Ambas, con apenas 16 años, pasaron a ser el mayor activo de un equipo que desde un primer momento ofreció un rendimiento brutal en la máxima categoría de nuestro fútbol femenino. Hasta que, como no podía ser de otra manera en futbolistas que despuntan, varios clubes se interesaron por ellas.
Fue finalmente el Levante quien logró incorporar a ambas jugadoras de cara a la temporada 2017/18, una campaña que no resultó todo lo positiva que cabía esperar. Dos deportistas muy jóvenes, en su primer año lejos de casa, intentando compaginar sus estudios de INEF con una carrera deportiva… factores que sumados entre sí ayudaron a que la etapa como integrantes del conjunto granota no durase más de un año. Había llegado el momento de separar sus caminos, de soltarse de la mano en lo deportivo, de seguir creciendo. Natalia regresó al Granadilla Tenerife, mientras que Noelia cumplió uno de sus sueños; defender los colores del Sevilla.
Ambas decisiones fueron acertadas. Las dos se convirtieron durante las siguientes temporadas en dos piezas fundamentales de sus respectivos equipos, teniendo que enfrentarse entre sí en varias ocasiones y acumulando una experiencia que las ha convertido en las futbolistas que son a día de hoy. Pero algunos seguíamos añorando los tiempos en que ambas defendían un mismo escudo, en que formaban parte de un mismo once. Que las hermanas Ramos volvieran a coincidir en Granadilla de Abona no era imposible, pero debían darse dos factores que hasta la fecha no se habían producido.
Por una parte, el marco del cuadro canario debía sufrir una renovación, algo que no parecía factible tras el gran rendimiento de la brasileña Aline Reis las últimas 4 campañas. Y por otra, Noelia debía perder protagonismo en el club hispalense, donde venía siendo la guardameta titular hasta esta temporada. Y quizás podamos pensar que son cosas del destino, pero la cuestión es que Aline anunció su retirada hace pocas semanas y en el mercado estival Esther Sullastres llegó al Sevilla para luchar por la titularidad en la portería hispalense. Ambos factores se habían dado.
A finales del mes de enero se anunciaba el regreso de Noelia a La Palmera, entrando en los planes de Francis Díaz desde el mismo instante en que se confirmó la operación. Tanto ella como Natalia han formado parte del once titular del Granadilla Tenerife Egatesa en las dos últimas jornadas disputadas, cosechando dos victorias ante Madrid CFF y Villarreal que siguen manteniendo intactas las opciones del equipo insular de disputar la próxima edición de la UWCL.
Con apenas 23 años recién cumplidos ambas hermanas cierran un círculo. Vuelven a encontrarse y a cogerse de la mano en lo deportivo, para proseguir con esa aventura, con ese sueño que juntas iniciaron. Y para hacerlo en el equipo donde empezaron a sentirse profesionales, donde obtuvieron el pasaporte a la élite, donde fueron tan reconocibles juntas y también por separado. Natalia y Noelia Ramos vuelven a defender el mismo escudo, haciendo bueno aquel dicho que reza “juntas somos más fuertes”, motivo de más para creer en la posibilidad de que la próxima temporada puedan pasear su apellido por el viejo continente.
Imagen de cabecera: UDG Tenerife
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